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PUEBLA, Pue. (apro).- “Justicia es lo único que pedimos. Vinieron a México y los mataron. Los mataron aquí, en su país, son niños buenos”, expresó frente a periodistas el padre de Ximena Quijano Hernández, la estudiante colombiana que perdió la vida en un presunto asalto, cometido cuando regresaba a esta capital junto con dos amigos, luego de presenciar el carnaval en el municipio Huejotzingo.
A su salida del Servicio México Forense (Semefo), tras la identificación y entrega del cuerpo de su hija, el padre de la joven, con voz entrecortada por el llanto, sólo alcanzó a pedir justicia para ella y para Antonio Parada Cerpa, el otro estudiante colombiano que también fue ejecutado.
Ambos jóvenes, de 25 y 22 años, llegaron a Puebla en agosto pasado para participar en el programa de intercambio internacional de la Universidad Autónoma Popular del Estado de Puebla (UPAEP) y prestaban sus servicios en el Hospital General de Cholula.
Los cuerpos fueron trasladados en una carroza a una funeraria donde serían embalsamados para su traslado a Colombia, pero antes los llevaron a la UPAEP, donde se celebró una misa de cuerpo presente.
Por la mañana, los padres del estudiante veracruzano Francisco Javier Tirado y del conductor de Uber, Josué Vital –los otros dos ejecutados–, también acudieron al Semefo para identificar los cadáveres de sus hijos y realizar los trámites correspondientes.
Los tres estudiantes y el chofer de Uber fueron hallados muertos en un camino de terracería en Xalmimilulco, municipio de Huejotzingo, muy cerca del Aeropuerto Hermanos Serdán, con señales de golpes y heridas de armas de fuego. De acuerdo con la Fiscalía, los jóvenes fueron víctimas de un presunto asalto por parte de una banda de criminales dedicados al robo de vehículos.
Al concluir la misa, los padres de los jóvenes colombianos accedieron a una rueda de prensa en la que pidieron apoyo a los medios de comunicación para dar seguimiento al caso y evitar que quede impune.
“A través de ustedes medios podemos lograr este grito, es la única forma de que nos escuchen… Sencillamente queremos que nos ayuden a hacer ese grito”, dijo el padre de Ximena, que se detenía en momentos porque se le dificultaba contener el llanto.
Añadió: “Queremos aclarar que estos muchachos colombianos, que nos duelen en carne propia a nosotros, eran niños que tenían un sueño enorme: ser los mejores médicos del mundo”.
Luego de manifestar que ese sueño los hizo decidirse a hacer el internado en Puebla, desde agosto de 2019, apuntó: “Muy felices estuvieron, aprendieron muchísimo, salvaron vidas, nos contaban todo lo que hacían a diario, incluso vidas de delincuentes… y éstos me le quitan la vida (a mi hija), no hay palabras, ya he llorado mucho y lo que me falta, pero pedimos fuertemente justicia.
“A veces las leyes protegen al delincuente, eso a uno le duele. La corrupción de los países, como se vive en el mío, yo sé que también se vive acá, eso hace que la impunidad exista”, expresó.
Pese a su dolor, el padre de la joven manifestó que sentía agradecimiento por los mexicanos, pues desde agosto hasta el día de su muerte, su hija fue feliz en este país.
“Mi Ximenita era una loca sonriente, que hacía sonreír a todo mundo, pero una loca que amaba con pasión la medicina, no le importaban turnos de 36 horas, no le importaba nada, amaba su carrera y a su universidad en donde se formó en Colombia, Unisanitas”.
Ella quiso seguir estudiando su especialización en México. “Ella decía: Papi, es que yo amo a México, y México me la quitó”, soltó entre sollozos.
En su oportunidad, Angélica Cerpa, madre de Antonio, confió en que los medios darán seguimiento al caso del asesinato de los dos jóvenes para que no quede impune.
“Yo sé que ustedes van a seguir ahora que nosotros nos vayamos, y si tenemos que volver, no importa, venimos, porque esto de verdad podría ser el inicio de un cambio en este país”, apuntó.
El secretario de Gobernación del estado, David Méndez Márquez, dijo que los exámenes realizados a los tres detenidos hasta ahora por ese caso revelaron que habían consumido drogas, por lo que se presume que eso provocó que reaccionaran con violencia contra los jóvenes al pretender robar el carro Uber en el que circulaban. Hasta el momento ese es el principal móvil que se investiga.
En tanto, esta tarde elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) realizaron dos cateos en inmuebles de Huejotzingo donde habrían encontrado vehículos con reporte de robo, así como bidones con presunto huachicol.