jornada.com.mx
Los estudios de ancestría genética, en los que México ha avanzado de manera significativa en años recientes, no sólo son útiles para determinar la identidad de individuos y pueblos, pues en un futuro tendrán implicaciones médicas e incluso podrán determinar, a través de un perfil, los riesgos de enfermedades o características fisiológicas de personas o comunidades enteras.
Para Karla Sandoval Mendoza, investigadora de la Unidad de Genómica Avanzada (UGA) del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio), los múltiples avances tecnológicos de los 15 años pasados han hecho posible pasar del estudio de un pequeño fragmento de ADN a secuenciar los genes e incluso genomas completos en pocas horas.
Antropóloga física y especialista en temas de migración, diversidad genómica y genética de poblaciones humanas, Sandoval señaló que el estudio de la variabilidad genética permite conocer con precisión quiénes somos y de dónde venimos
, pero no sólo de manera individual a través del pasado reciente, sino con toda la historia evolutiva que está registrada en el material genético, que se remonta a miles de años
.
Por ejemplo, dijo, actualmente podemos saber con mayor certeza que los primeros pobladores de América llegaron del este asiático hace unos 30 mil años, por el estrecho de Bering, en la última glaciación, cuando se formó un puente de hielo suficientemente sólido y bajaron por el continente; además, esta zona del planeta fue la última en poblarse.
En entrevista, la investigadora radicada en Irapuato, Guanajuato –sede del Langebio, una de las dos unidades que tiene el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados en esa ciudad–, señaló que en un esfuerzo conjunto de investigadores se ha hecho una caracterización genómica detallada de la población nacional, tanto de indígenas como de mestizos.
Un trabajo publicado en la revista especializadas Science, en el cual participó una red de investigadores, entre ellos varios procedentes del UGA-Langebio, fue el primer estudio de la estratigrafía de manera genética de la población mexicana, mestiza e indígena.
Los resultados revelaron la existencia de una correlación geográfica entre los componentes indígenas de las diferentes etnias y su respectiva contribución a la población mestiza de cada región.
Sandoval Mendoza refirió que como efecto de la Conquista española, con la llegada de europeos, procedentes principalmente de España y Portugal, acompañados de africanos, a quienes trajeron como esclavos, en la estructura genética de los mexicanos se observa también una tercera raíz negra.
Así, podemos hablar a partir del tiempo de la Colonia de un mestizaje, compuesto de nativo americano o indígena, europeo y africano, dependiendo de su historia, migración y demografía
.