La épica travesía de la mexicana que escapó de una red de trata, conquistó a Oprah Winfrey e impuso un récord Guinness
Redacción
La activista Norma Bastidas platicó con el Heraldo Digital sobre cómo pasó de ser víctima de trata de personas a romper el récord del triatlón más largo de la historia
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Han pasado más de 3 décadas desde que Norma Bastidas viajó de Culiacán a Japón con el sueño de ser modelo para ayudar económicamente a su familia; sin embargo, la supuesta agencia de modelaje que la había contratado en realidad operaba como una red de trata de personas donde la explotaron sexualmente.
Este violento pasado podría haber quebrado a cualquier persona, pero lejos de ello, la mexicana logró sacar la fuerza necesaria para ponerse de pie y avanzar a pesar del infierno que vivió a los 19 años, alcanzando metas que otros consideran imposibles: hoy no sólo es la mujer más rápida en correr los ultramaratones más difíciles del mundo, también tiene un récord Guinness por completar el triatlón más largo de la historia.
La escritora y activista platicó con el Heraldo Digital sobre cómo fue que después de haber sufrido abuso sexual a los 11 años, y posteriormente haber sido víctima de trata de personas en el país oriental dijo ¡basta!, y nunca más permitió que la hicieran sentir culpable por lo que le había pasado.
“Estamos hablando de abuso sexual por parte de un familiar cercano, un primer secuestro en la CDMX, luego de cuando yo acepté una oferta de trabajo para irme a Japón que terminó siendo otra historia de explotación en el extranjero” expuso la activista.
Un poco después de vivir esta pesadilla, se abrió una rendija por la que se coló un hilo de luz: Norma conoció a quien sería su esposo, con quien se fue a vivir a Canadá, país donde estudió una carrera, consiguió un trabajo y tuvo 2 hijos.
No obstante, luego de unos años, la relación con su marido no funcionó, se divorció, en seguida se quedó sin empleo y a uno de sus pequeños le diagnosticaron una enfermedad degenerativa en los ojos: una distrofia de conos y bastones que eventualmente lo dejaría sin visión.
“Perdí mi empleo, estaba divorciada, estaba criando a mis hijos sola, y era de esa angustia que tenía de llorar que te despiertas a las 2-3 de la mañana, porque no sabes qué vas a hacer (…) vengo de una historia difícil: muerte de mi padre, abuso, explotación, divorcio y ahora esto. En ese momento se me vino todo encima, y lo que buscaba era correr para que no escucharan mi llanto”, declaró.
Entre más angustia y preocupaciones, más corría. Norma necesitaba una manera positiva de canalizar el estrés, porque durante su juventud se refugió en el consumo de alcohol, pero esta ya no era una vía de escape; en vez de ello, decidió salir a correr cada noche. Sin saberlo, se estaba convirtiendo en una atleta de alto rendimiento.
Fue así como se inscribió en competencias para recaudar fondos y donarlos a organizaciones de caridad que apoyaban a pacientes con la enfermedad degenerativa de su hijo.
En el año 2009, asumió el reto “777 Run for sight” (“777 Carrera por la vista”), en el que corrió 7 ultramaratones en 7 continentes en 7 meses y en 2 climas extremos, convirtiéndose en la mujer más rápida en culminar el desafío, a la vez que recaudó miles de dólares.
Después de esta hazaña, Bastidas se hizo merecedora de innumerables reconocimientos. Inclusive, en 2011, fue seleccionada como una de las protagonistas del documental de la famosa presentadora Oprah Winfrey: “Extraordinary moms” (“Mamás extraordinarias”), en el que también figuró Hillary Clinton, ex candidata a la presidencia de Estados Unidos.
En ese momento, se dio cuenta de que el deporte era una plataforma para llamar la atención de la gente, y una vez que su hijo aceptó la condición con la que vive actualmente, se le ocurrió romper una nueva marca mundial, pero en esta ocasión para dar a conocer, por primera vez, su violento pasado y enviar un mensaje.
“Estoy dejando que me den premios y que me estén diciendo que soy una persona muy valiente cuando para mí esto no es algo de valentía, es de disciplina (…) valentía sería hablar de mi pasado, porque lo había platicado, pero con personas cercanas, era como un secreto”, comentó.
En sus marcas, listos ¡fuera contra la explotación!
En 2013, Norma contactó a iEmpathize, una organización no gubernamental estadounidense contra la explotación de personas, que en ese periodo estaba realizando documentales. Fue así que empezó a buscar un nuevo récord por vencer.
“Tiene que ser un récord diferente, porque la gente ya está acostumbrada a los maratones (…) necesitamos atención, que la gente diga: ‘¿cómo va a hacer eso?’ y así encontré un récord que tenía 20 años y lo había hecho un australiano: el triatlón más largo del mundo”, dijo. A pesar de ello, Bastidas y su equipo no encontraron patrocinadores, nadie se quería asociar, por lo que decidieron rediseñar la ruta de la competencia.
“Hay que hacerlo más grande. Vamos a diseñar algo increíble que no nos puedan ignorar, desde Cancún, conectando una ruta de trata de personas desde el Caribe, Centroamérica, hacia Washington, en Estados Unidos, para conectar los 2 países. Cuando me dieron las cifras dije: ‘¿Qué he hecho?’ era la locura total”, recordó la escritora.
El 3% del reto consistía en nadar, el 75% en pedalear y el 22% restante en correr. Así acumuló un total de 6 mil 504 kilómetros recorridos en 65 días, hazaña que le ameritó el Guinness en el 2014.
iEmpathize filmó todo el viaje, que es el tema de un largometraje documental llamado “Be Relentless”, a través del cual la historia de Norma se hizo mundial. Su intención no era sólo prevenir, sino decirle a las mujeres que pueden estar pasando por una situación similar que sí se puede salir de eso y, sobre todo, que nunca se sientan culpables, porque la trata de personas nunca definirá quienes son.
Por cada lágrima que derramó y cada metro que recorrió, Norma probó que alguien atrapado en una pesadilla, también puede vivir sus sueños.
“El triatlón fue para cambiar las percepciones de que esto lo pudo haber hecho cualquiera. Las personas que han sufrido trata no son sucias, dañadas o débiles. Vean, esta es una persona a la que le sucedió y esto le pudo haber sucedido a cualquier persona, no es porque ahora esté tomando mejores decisiones; lo que cambió es mi percepción de lo que sucedió”.
“A mí ya no me puedes ayudar”
Una ola de violencia de género azota a nuestro país. Tan solo en lo que va de 2022 se han registrado 847 casos de mujeres desaparecidas en México, la mayoría entre 15 y 19 años, según cifras recientes de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas.
Además, la Ciudad de México registra el mayor número de casos de trata de personas a nivel nacional, informó el pasado martes el secretario de la Defensa Nacional, Luis Sandoval. Hasta marzo de este año se han registrado 36 delitos de este tipo: 13 en enero, 10 en febrero y 13 en marzo, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
En ese sentido Norma alertó lo siguiente:
“Tenemos que enfocarnos en las historias que están sucediendo. Cuando voy a un lugar me aplauden y me dicen: ‘Ay, ojalá te hubiese conocido antes, te hubiera ayudado’, y les digo: ‘¡No!’ ¿Qué estás haciendo ahora para las personas que te necesitan?, a mí ya no me puedes ayudar, ya no puedes hacer nada por mí’”.
Lejos de lo que se dice sobre que las víctimas no tienen voz, Bastidas aseguró que sí tienen, lo que pasa es que “las callamos”; por ello, la activista adelantó que próximamente creará una plataforma en línea para elevar estas voces.