Ante colaboradores y simpatizantes, el Ejecutivo lanzó un mensaje con fines electorales: “Hoy de nuevo manifestamos, exclamamos a los cuatro vientos: nada de zigzaguear, sigamos anclados en nuestros principios, reafirmemos la decisión y el rumbo que hemos tomado desde que inició el gobierno”.
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CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Una hora duró el discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador con los tres aspirantes a la presidencia para 2024 a su derecha: Adán Augusto López, secretario de Gobernación; Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México -la única mandataria local en el templete; y Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores.
En la primera línea también su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, el director general de Petróleos Mexicanos, Octavio Romero Oropeza, y los secretarios de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O; de Energía, Rocío Nahle; de Marina, Rafael Ojeda; y de Salud, Jorge Alcocer; de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval; de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez.
También acudieron: Miguel Torruco, secretario de Turismo; Manuel Bartlett, titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE); Leticia Ramírez, secretaria de Educación; Alejandra Frausto, de Cultura y la titular del Trabajo, Luisa María Alcalde.
Debajo del templete las y los gobernadores afines a Morena, entre ellos: Américo Villarreal, gobernador de Tamaulipas; Mara Lezama, de Quintana Roo; David Monreal, de Zacatecas, Carlos Manuel Merino, de Tabasco; Alfonso Durazo, de Sonora; Alfredo Ramírez Bedolla, de Michoacán; Ricardo Gallardo, de San Luis Potosí.
Ante todos el Ejecutivo Federal lanzó a la población mexicana un mensaje con fines electorales:
“Hoy de nuevo manifestamos, exclamamos a los cuatro vientos: nada de zigzaguear, sigamos anclados en nuestros principios, reafirmemos la decisión y el rumbo que hemos tomado desde que inició el gobierno”.
Enseguida fue más enfático:
“No a las medias tintas, no aceptaremos nunca que en México se imponga una minoría a costa de la humillación y el empobrecimiento de las mayorías”.
Ante la y los aspirantes a la presidencia -quienes en distintos momentos de esas frases aplaudieron- afirmó que está convencido de que “seguiremos contando con el apoyo del pueblo para consolidar la primera etapa en la transformación de nuestro país.
También estoy convencido que cualquiera de los aspirantes que resulte triunfador en la encuesta para elegir al candidato de nuestro movimiento aplicará la misma política en favor del pueblo y en favor de la nación”.
El presidente habló de que está asegurada la continuidad con cambio. “No hay nada que temer. Eso sí, tenemos que mantenernos unidos”.
De nuevo hizo alusión a las críticas de la labor de los medios de comunicación: “Vamos a seguir contrarrestando la guerra sucia, las campañas de calumnias y los intentos de manipulación que seguirán llevando a cabo, porque no les queda de otra nuestros adversarios y sus medios de información, vendidos, alquilados o en manos de los miembros del bloque conservador y corrupto”.
Al bajar del templete y aún con la transmisión en vivo del canal oficial se acercó a abrazar a la candidata de Morena para el gobierno del Estado de México, Delfina Gómez, a un lado de ella se ubicó Mario Delgado, dirigente nacional del partido en el gobierno, quien llamó en dos ocasiones al presidente sin que éste se acercara.
Algunos de los invitados dejaron el escenario y las inmediaciones por una de las puertas de Palacio Nacional.