A pesar de que el libro de Van Rensselaer Potter se escribió hace 50 años, ya había lanzado una advertencia que no se hizo caso
La contaminación no es lo único que puede llegar a destruir la vida de los seres humanos, existen muchas otras formas como la política, los plásticos e incluso la construcción de refinerías en las que Arnoldo Kraus detalla sobre los riesgos que existen en el mundo.
Aun y con toda la tecnología que hay en el mundo, el médico y escritor mantiene su idea de que el ser humano se está autodestruyendo de manera cíclica, ya que “es sorda y persiste en el error”.
Hace 50 años, Van Rensselaer Potter escribió un libro titulado “Bioethics: Bridege to the future” y que este año retoma con el desarrollo de ensayos de varios profesionistas.
Y a pesar de que este libro era una advertencia para los peligros ecológicos que pueden suceder, ese futuro ya está sobre el planeta el cual el autor menciona que no se escribe para señalar los males, sino advertir de los problemas que se está ocasionando.
“Somos una especie sorda, terca y absurda, porque me peleo mucho con el valor del conocimiento. Si hay conocimiento y yo presupongo, es una de las cosas que escribo mucho sobre la utilidad del conocimiento”, comentó el médico.
A su vez, menciona que las advertencias de Potter, a pesar de que son viejas, “parece que cada día son más vigentes, más bien no parece, son cada día más vigentes”.
“El nivel de destrucción y devastación de la tierra, las actitudes humanas hacia nuestra casa, la naturaleza, cada vez se van multiplicando de forma geométrica, es decir de destruir dos, pasamos a cuatro, ocho, dieciséis y así sucesivamente”.
Es aquí en donde se cuestiona el por qué no hacerle caso a los que verdaderamente son expertos, ya que si no se les escucha “el fin de la especie humana, como tal, se avecina”.
“Los actuales expertos, y científicos de antes, no cesan en advertirnos de que, si no cambiamos nuestra actitud hacia la tierra, si no cambiamos nuestra producción, en general, de plásticos y de tecnología”, será el fin.
Uno de los problemas más notorios fue el aumento de un grado de temperatura en la tierra, ya que esto significa que el hombre tiene una década para revertir ese grado, pero si llegara a incrementar es más “un presagio de nuestra especie”.
“Están amenazados, tú, yo, hijos y nietos. Uno siente mucho desasosiego (hablo por mí) mucha preocupación y no encuentro que haya un gran progreso en los líderes de la humanidad (políticos, empresarios y fanáticos religiosos) que son cancerígenos y si no logramos cambiarlos pues se deciden tiempos tormentosos en todo: agua, aire limpio, ríos contaminados, destrucción de la selva, etc”.
Y esto no quiere decir que esté en contra de los líderes, sino que no modifican su conducta como “la destrucción de la Amazonas, la construcción del tren Maya y la sordera de los seguidores de Trump, quienes creen que los cambios son realizados por la naturaleza misma. ¿Qué va a pasar?”, cuestionó.
Además, muchos de esos empresarios se siguen enriqueciendo con la Tierra y a eso nos lleva al subtitulo del libro “Manifiesto por la tierra”, que está a favor de la Tierra, nuestra casa, y está coeditado por Debate y también del Seminario de Cultura Mexicana, todos los que escriben son miembros del seminario y desde sus trincheras “que hacen una comparación entre lo que ellos vivieron y lo que ahora vivimos de hace dos o tres décadas, donde la palabra “fin de la humanidad” está más cerca. “Se avecinan tiempos negros, oscuros”.
“La bioética es y será la medicina del siglo XXI que significa la supervivencia del ser humano, su entorno inmediato, que es familia, vecindad, sociedad, posteriormente al país y después a la tierra”, mencionó el experto.
Kraus dejó en claro que la bioética se preocupa por muchas cosas, y se refirió a que “uno tiene que darse cuenta de lo que sucede en estas vivenciales”.