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Llaman a desnormalizar el abuso infantil en industria del entretenimiento

jornada.com.mx

Ciudad de México. El acoso a los niños en el mundo del entretenimiento es algo normal, asegura una especialista de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en derechos humanos, que presentó la semana pasada un estudio sobre el tema.

El abuso sexual y la explotación infantiles dentro del entretenimiento, resultado de sistemas, estructuras, prácticas no éticas o atropellos de poder y autoridad son generalizados, denunció la relatora Fatima Singhateh a través del informe A/HRC/55/55, que insta a llevar a cabo una acción contra dichas prácticas en una industria donde muchos niños aspiran a ser artistas.

En su investigación, Singhateh examina los riesgos a que los menores están expuestos y señala vías para mitigarlos, así como para protegerlos; también presenta una serie de recomendaciones dirigidas a los gobiernos.

La extensa referencia expone los problemas dentro del sector, donde el comportamiento depredador se ha normalizado, ya que los ejecutores a menudo no enfrentan repercusiones por ejercer su poder y autoridad sobre artistas jóvenes y aspirantes.

Expresa que un número significativo de casos no se denuncian debido a las dinámicas de poder imperantes, nociones de género perjudiciales, miedo a represalias y la posible pérdida de oportunidades profesionales para las víctimas.

Sus conclusiones revelan un entorno en que individuos en posiciones de autoridad crean una cultura de silencio y complicidad.

En los últimos tiempos, explica el documento, ha habido niños que han aparecido en programas de televisión o se han hecho populares a través de Internet, pero sin asesoramiento jurídico. En muchos casos, las víctimas se han encontrado con el silencio y no se ha reconocido su experiencia. Sus casos no se han investigado. Las víctimas también se han enfrentado a amenazas e intimidación y se han encontrado con que no había medidas de reparación, reconoce.

A decir de la especialista, los derechos de los menores en la industria del entretenimiento son numerosos y abarcan aspectos relacionados con la publicidad, los contratos y las prácticas laborales. Aunque se han publicado investigaciones, argumenta, existe mucha menos información sobre la explotación y los abusos sexuales de niños en la industria.

Una encuesta sobre explotación infantil en empresas de entretenimiento realizada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indica que 53.7 por ciento de los entrevistados había sufrido acoso sexual durante los ensayos y 46.3 por ciento habían tenido incidentes en las audiciones o entrevistas.

Otro estudio estadísticamente riguroso encargado en 2017 por el Freedom Fund en una única zona urbana de un país, indicó que la proporción de menores que trabajaban en el sector del entretenimiento para adultos en su conjunto era de 17 por ciento y que más de 70 por ciento de esos niños habían sufrido algún tipo de violencia. Más de 60 por ciento laboraban en entornos de explotación sexual.

Presiones e intimidación

La relatora enfatiza que las víctimas y sobrevivientes enfrentan una variedad de desafíos, incluyendo silencio, falta de reconocimiento, investigaciones insuficientes, presiones, intimidación o una evidente ausencia de medidas reparadoras; agrega que a pesar de que movimientos como Me Too han destacado tales incidentes, “existe una necesidad de establecer una protección mejorada, porque el problema afecta a diversas facetas de la industria y del espacio comunitario, y expone a los niños a riesgos en las esferas del cine, la televisión, la música, el teatro, el modelaje, los circos, los coros, los conciertos… así como en el espacio digital”.

En el estudio se destacan la falta de acuerdo sobre el alcance de las normas y el caso omiso en el interés superior del niño en la industria del entretenimiento. Los patrones de dominación, las desigualdades dentro de las comunidades y la normalización del abuso y la violencia son las realidades latentes que sitúan a los niños y adolescentes en un riesgo constante en cualquier lugar donde trabajen en la industria del entretenimiento, indica.

A su vez, los resultados de un estudio realizado en 2017 por la organización Sisters Working in Film and Television concluyen que la industria del cine y la televisión pueden considerarse un clima propicio para las microagresiones. El riesgo de acoso sexual se ve exacerbado por los códigos de vestimenta que obligan a quienes trabajan en ella a llevar ropa reveladora o escasa. Al parecer, muchas chicas consumen drogas o alcohol para controlar el pánico escénico. Las relaciones sexuales con representantes artísticos sirven como audiciones o entrevistas para quienes se incorporan a las compañías de danza.

La necesidad urgente de abordar estas situaciones flagrantes y crear un entorno más seguro para los niños dentro de la industria llevó a Singhateh a hacer un llamado con medidas rigurosas, que se extiendan a la implementación de una política de tolerancia cero contra los que explotan.

También insta al establecimiento de asociaciones con los dueños de las empresas para garantizar modelos de negocios seguros para los niños, implementar procedimientos de monitoreo y crear salvaguardias técnicas para espacios en línea.

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