El mandatario explicó que en su lugar preferiría pedirle al pueblo, en una conferencia de prensa, que permanezcan en sus casas. ‘Estoy seguro que me van a hacer caso’, agregó.
El presidente Andrés Manuel López Obrador descartó este jueves que su Gobierno vaya a imponer un toque de queda en México por la propagación del COVID-19.
“No, ese es otro punto con el autoritarismo. No a la discriminación, al clasismo, al racismo. ¿Qué hacemos nosotros con toques de queda?”, dijo cuando fue cuestionado sobre si implementaría la medida.
El mandatario remarcó que respeta la decisión de otros países que han tomado esa medida, pero que en el caso de México optaría por otra alternativa.
“Si se necesita, vengo aquí no solamente en la mañana, al mediodía o en la tarde. Los invito a ustedes y le hablo al pueblo y no voy a decir ‘he decretado que haya limitación a las libertades, toque de queda, que nadie salga a las calles el ejército se hace cargo del país’. No, aquí llamo al pueblo para que se estén en sus casas y estoy seguro que me van a hacer caso“, explicó.
El toque de queda se ha aplicado en países como Italia y España, en Europa, mientras que otras naciones latinoamericanas, como Ecuador, también lo han implementado, con el objetivo de reducir la propagación del nuevo coronavirus.
Sobre el COVID-19, López Obrador aseguró que México ha sido uno de los países más profesionales en el manejo de la enfermedad y que seguirán ateniéndose a las recomendaciones hechas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El presidente adelantó que la Secretaría de Salud tendrá dos reuniones para evaluar el avance del nuevo coronavirus: una del Consejo de Salud y otra con el gabinete ampliado, siendo esta última encabezada por él.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), considerada la “supersecretaría” del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, sumará una tarea más a las ya asignadas, que van desde brindar seguridad pública en el país hasta la construcción del aeropuerto Felipe Ángeles. Ahora; ahora auxiliaría a la población ante los estragos que genere la pandemia del coronavirus.
El mandatario anunció ayer que como parte de las acciones de gobierno federal contra esta pandemia, se activará el Plan DN-III-E, a cargo del Ejército y la Marina, en cuyo plan de acción no contempla la atención directa de emergencias sanitarias.
En su conferencia de prensa, el Presidente agregó que, de ser necesario, se desplegará a soldados y marinos y se abrirán las instalaciones militares a civiles; asimismo, aclaró que la participaron de la Fuerzas Armadas no significa que se alcanzará el toque de queda, como en otros países.
“Aseguró que si se requiriera, no sería con el Ejército cómo se limitaría el libre tránsito, sino mediante un llamado del propio Presidente.
Un documento publicado en la página web de la Sedena detalla qué es el Plan DN-III-E, vigente en la actividad operativa del Ejército y la Marina-Armada, desde 1965.
Publicado el 19 de mayo de 2019, el documento señala que el Plan DNI-III-E es un instrumento operativo militar que establece los lineamientos de actuación de las Fuerzas Armadas en actividades de auxilio a la población afectada por desastres naturales o humanos.
Según la Sedena, dicho plan se aplica para “fenómenos perturbadores” de tipo geológico (sismos, erupción de volcanes), hidrometeorológico (lluvias, huracanes, ciclones) o químico-tecnológicos (incendios forestales, explosiones, fugas tóxicas, radiaciones o derrames).
El texto no habla de actuación en casos de emergencia sanitaria como una pandemia; aunque, en el caso del virus AH1N1, que se vivió en 2009, el Ejército colaboró con el Plan DN-III-E sólo en materia de seguridad pública y repartiendo cubrebocas; como institución abrió sus hospitales para la valoración de casos de infección.
Mediante éste plan, las Fuerzas Armadas coordinan las acciones a realizar con el fin de optimizar los recursos humanos y materiales para la atención eficaz de las emergencias.
Este plan se ha aplicado, por ejemplo, en los sismos del 19 de septiembre de 1985 y 2017; en casos de inundación o como en el estallido de un ducto de Pemex, el 18 de enero de 2019, en Tlahuelilpan, Hidalgo, que dejó como saldo 137 personas fallecidas.
De acuerdo con el manual de operación, el Plan DN-III-E consta de tres fases: prevención, auxilio y recuperación.
La prevención busca tomar acciones dirigidas a controlar el riesgo, evitar o mitigar el impacto destructivo de los desastres sobre la vida y bienes de la población.
En la etapa de auxilio se realizan actividades tendientes a salvaguardar la vida de las personas, sus bienes y la planta productiva, así como a preservar los servicios públicos y el medio ambiente.
La recuperación aplica en casos de desastres naturales como sismos o inundaciones.
Aunque El Financiero pidió información a la Secretaría de la Defensa Nacional, sobre las tareas específicas que realizaría el Ejército en el caso del coronavirus, hasta esta noche no hubo respuesta.