La mayoría de estos lácteos tiene una enzima llamada cuajo, que se extrae del estómago de animales jóvenes como becerros o cordero
El queso parmesano es el favorito de mucha gente, pero los usuarios de Twitter han quedado impactados al saber cómo se hace y consideran que su proceso es “espeluznante”. El internauta @dtheebae publicó que acababa de descubrir que hacerlo no es tan sencillo como batir leche de vaca como se hacen muchos otros tipos.
“Descubrí que el queso parmesano se hace con el estómago de una vaca bebé y podría llorar… Voy a tener que hacerme totalmente vegana”, escribió la amante de los lácteos.
¿Es esto verdad?
El parmesano, junto con otros quesos como el gorgonzola y el camembert, utiliza una enzima llamada cuajo que se encuentra en el revestimiento del estómago de un ternero o una cabra. A veces se mata a las crías para extraer la enzima que ayuda a la coagulación, el proceso de separar la leche y convertirla en cuajada. No todas las variantes usan este método.
Conmocionados por la información, muchos comentaron que incluso se plantearon dejar de consumir: “Los lácteos dan miedo de verdad”, “¡Horroroso! Por qué comemos cualquier cosa”, “No me extraña que huela así”.