*La señora Angélica “N”, reconoce que tiene un grave problema de comportamiento de su hijo, que en Valle Dorado, se le conoce como el Tyson de 22 años de edad, y acepta también que lo detenga la policía municipal, lo que no acepta es que cada vez que lo detienen por supuestas faltas administrativas, los gendarmes lo torturan física y psicológicamente. Incluso, dice, prefiere que esté en la cárcel a que haga daños a terceros o se lo desaparezcan. Hubo acuerdo con el director de Seguridad Pública, Sergio Dávila, la señora, Angélica, vio una luz en su oscuridad
Por Paty Aguilar
El pasado fin de semana, una madre de familia de Valle Dorado, la señora, Angélica “N”, llamó a este medio de comunicación para denunciar que un día antes su hijo había sido detenido por la policía municipal de Bahía de Banderas, Nayarit, al cual lo habían torturado física y psicológicamente y que estaba decidida a reportar a tales policías que desde hace tiempo tienen amenazado a su hijo de que cada vez que lo vean en la calle lo van a detener y en esta ocasión, fue detenido en Bucerías, según le platicó su hijo, que le habían puesto una bolsa de plástico en su cabeza y le había dado toques en los testículos, que los aros aprehensores (antes esposas) se las apretaron para lastimar las muñecas de sus manos mientras le profería amenazas.
Gracias a la apertura que ofreció el nuevo director de Seguridad Pública, capitán, Sergio Dávila, durante una reunión vecinal en esta delegación, apenas tres días después de su nombramiento, hace como 15 días, le ofrecimos acompañarla a la Dirección de Seguridad Pública, para que tratara su queja directamente con él, lo cual aceptó, incluso, que llevaría a su hijo con ella.
La cita fue este sábado pasado, pero su hijo no aceptó, incluso le pido a su madre que no lo hiciera porque a él le iría peor con los policías, sin embargo, la señora, Angeliza, hizo de tripas corazón, y decidió asistir a la cita con el director de Seguridad Pública, Sergio Dávila, en su oficina ubicada en Valle de Banderas, cabecera municipal de Bahía de Banderas, luego de que a media noche del viernes, el capitán, vía llamada telefónica de este medio de comunicación, pactó la cita para otro día.
Para fortuna de la señora, Angélica, el director, antes de hablar del asunto, le habló sobre la nueva política que se está implementando dentro de la cárcel preventiva para tratar a los internos, detenidos por cualquier tipo de falta administrativa en lo que se refiere a alimentarlos, durante su estancia con alimentos dignos y buen trato. Sobre este tema, la señora, Angélica, corroboró lo dicho por el director y se lo comentó “ah, entonces es usted quien trató bien a mi hijo, él me dijo que un policía nuevo, que no había visto antes, ya mayor, los había visitado en su celda y les había preguntado si tenían hambre y si tenían una queja o algún reporte que hacerle, pero que ninguno se quejó y que él no se había animado”.
Incluso el director, ya tenía citados a los policías que lo habían detenido para hablar sobre esa detención, durante el dialogo con los policías salieron a colación detalles en los cuales se profundizó de manera tranquila y calmada donde el director, señaló finalmente y giró orden a los policías que si lo llegaran a detener de nueva cuenta al hijo de la señora, Angélica, grabaran la detención, no sin antes, dejar claro, tanto a Angélica, como a los policías, que su hijo Tyson, es rescatable, porque tenía conocimiento de que ocasionalmente trabajaba y que él estaba dispuesto a apoyarla, lo que la señora, Angélica, aceptó de inmediato, luego de que le explicó al director, que precisamente, su hijo mayor, de 26 años de edad, cuando íbamos en camino a su oficina, le llamó vía celular, para decirle “Madre, debemos meter a mi hermano a un centro de rehabilitación, cuenta conmigo, te quiero tranquila antes de que mi hermano cometa una falta grave que lo perjudique aún más, yo te ayudo con los gastos”. Este dialogo entre su hijo mayor y su madre, esta reportera lo escuchó en trayecto de Valle Dorado a Valle de Banderas.
Cabe señalar, que la señora Angélica y este medio de comunicación, estuvimos más de dos horas tratando este asunto que finalmente dejó un buen sabor de boca en la madre del Tyson que, según confirmó, con la ayuda de su hijo mayor y del director, Sergio Dávila, podrá internar a su hijo a un centro de rehabilitación, lo cual podría ocurrir en los próximos días o semanas, porque en estos centros hay que pagar el ingreso y una mensualidad, mínimo para una estancia de doce meses o más si es necesario, aunque, debe decirse, volver al mismo entorno social, casi, la mayoría de estos jóvenes, recaen, sin embargo, es una esperanza para esta madre para que su hijo retome su vida hasta antes de caer en las garras de drogadicción que los lleva a cometer delitos, principalmente el robo común o a casas habitación para costear su adicción.
Podría decirse que la angustia, depresión e indefensión de cualquier madre por tener en casa a uno o más de sus hijos con problemas de drogadicción no es ajena, pero no, no lo es, este problema está generalizado en varias comunidades de Bahía de Banderas, Nayarit, y aunque no existen estadísticas al respecto, que puedan ser objetivas, porque desafortunadamente hay opacidad en este rubro por parte de las autoridades de seguridad pública del estado, de los municipios y del sector salud de Nayarit, el problema existe, es real y sus consecuencias las padecemos todos, por lo tanto es un problema que debemos de resolver entre todos, pero no hay quién encabece la búsqueda de soluciones a este problema que golpea tan salvajemente a numerosas familias de este municipio.
Entrarle a este tema, es tan complicado, tan diverso, que la gran mayoría de ciudadanos preferimos sacarle la vuelta, primero porque en lo individual, casi es imposible combatirlo y segundo porque desde los tres niveles de gobierno no se aplican políticas públicas que los lleven a ofrecer a la institución familiar el apoyo real que se requiere para fortalecerla.
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