* Marlene acusa que fue privada 11 años de su libertad, tiempo en el que fue forzada a trabajar sin recibir un sueldo, sufrió maltrato psicológico y físico constante. Fuentes de la embajada de México en España confirmaron a Proceso que el Consulado de México intervino.
MADRID (apro).-La Fiscalía de Ourense (Galicia, noroeste de España) investiga la denuncia de una joven mexicana por explotación laboral contra su voluntad, maltratos y amenazas, que padeció durante más de una década, en la que estaría involucrada una exconcejala del Partido Popular (PP), dio a conocer este miércoles el diario digital El Confidencial.
Fuentes de la embajada de México en España confirmaron a Proceso que el Consulado de México intervino este verano en auxilio de esta mexicana por tratarse de un caso de protección consular.
Con la intervención de la policía local, la joven mexicana fue extraída del domicilio donde permanecía, llevada a Madrid y subida de urgencia a un avión para regresarla a México.
En la denuncia, fechada en julio, Marlene R.H., nacida en el municipio mexiquense de San Martín de las Pirámides, acusa a Carmen Carballo Fernández y su madre, quienes negaron al diario digital El Confidencial las imputaciones. Las acusadas aseguraron que la trajeron de México hace años “por caridad”.
Marlene acusa que fue privada 11 años de su libertad, tiempo en el que fue forzada a trabajar sin recibir un sueldo, sufrió maltrato psicológico y físico constante.
Luego del fallecimiento de su padre en México, la familia Carballo Fernández se ofreció a traerla a España para estudiar y formarse mientras trabajaba como asistenta del hogar a cambio de un salario y buenas condiciones de vida. Un tío suyo trabajaba en un hotel propiedad de la familia gallega en México. La joven, recién cumplidos los 18 años, había terminado estudios de bachillerato.
La versión de Marlene es que la promesa no se cumplió y su estancia en Ourense se convirtió en un infierno.
Las acusadas niegan ese extremo y la exconcejala Carmen Carballo dijo que la joven mexicana incluso le generó “desconfianza”, pero que su madre siempre la trató bien, hasta el punto que le permitió vivir sola en una casa de la familia en un pueblo cercano.
Como uno de los argumentos que dan, la madre de Carballo sostiene que la joven tenía relaciones con hombres. “Todo el mundo sabe que iba y venía”, y luego, sin venir a cuento, la mujer sugiere que se investigue la relación que la joven mantuvo con un anticuario local que apareció muerto, porque “lo más seguro es que ella tuviera algo que ver en el asunto”. Y apuntan un móvil económico tras la denuncia.
En junio de 2016, la familia de Marlene denunció en México la desaparición de la joven al haber perdido la comunicación con ella desde 2014. Eso dio lugar a una comisión rogatoria internacional para investigar los hechos en España, donde se refería que Marlene había conocido a los Carballo en el Hotel Casa Blanca, en la delegación Cuauhtémoc, Ciudad de México, presuntamente propiedad de la familia gallega.
En las pesquisas, la Policía Nacional ubicó que en 2014 su pasaporte mexicano se había utilizado en la venta de una joya en un negocio de Ourense. El medio español tuvo acceso a imágenes de videovigilancia del día que se hizo la operación, pero en la imagen solo aparece la exconcejal Carmen Carballo y su madre. En la grabación no aparece la joven mexicana.
Al ser localizada por la Policía y contactada, el 28 de octubre de 2016, la joven dejó constancia que estaba viviendo con Carmen Carballo Fernández de forma voluntaria y que no disponía de un teléfono, puso como referencia el teléfono de la familia española.
En el acta de los policías, la joven mexicana aseguró que mantenía contacto habitual con su familia en México y se mostró sorprendida por la denuncia interpuesta, ya que sabían que había aceptado venir a España tras sufrir depresión por la muerte de su padre, que acá tenía un mejor nivel de vida, porque en México no tenía ni para comer.
Sin embargo, en junio pasado, la joven pudo contactar a la Embajada de México en España para pedir ayuda consular, porque aquellas declaraciones las hizo bajo presión y que vivía aterrada por las represalias.
La Fiscalía de Ourense decretó la apertura de unas diligencias de investigación que llevan el número 110/22, informaron fuentes del caso al digital español.