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México ha comprado hasta 20 veces más caros los medicamentos para el control del VIH/sida en comparación con los países de América Latina, porque ha estado sujeto a los intereses privados. Con la finalidad de cambiar esa situación, el proceso de adquisición de este año se enlenteció
, reconoció el subsecretario de salud, Hugo López-Gatell.
Agregó que por eso se generó el riesgo inminente
de desabasto en clínicas y hospitales que atienden a 97 mil personas que viven con VIH/sida y son afiliados del Seguro Popular. El problema quedó superado y los antirretrovirales ya están llegando a las entidades con mayores carencias para que los tratamientos no se interrumpan, aseguró.
En conferencia, el funcionario confirmó el cambio en las terapias de inicio para 40 mil personas que viven con el virus. De éstas, 10 mil son los nuevos ingresos en el año y 30 mil pacientes que están con esquemas diversos y no óptimos. En estos casos y aquellos que presenten efectos adversos o resistencia del VIH a los fármacos, cambiarán a una combinación con base en la nueva generación de medicamentos (inhibidores de integrasa) que están disponibles en México y forman parte de la guía de manejo de VIH desde 2017, pero no se utilizaban por su alto costo.
Para la compra correspondiente a este año, el gobierno federal está negociando los precios con los fabricantes con base en el nuevo modelo y del cual se espera obtener ahorros; aunque todavía está pendiente resolver el tema de la distribución de grandes volúmenes de fármacos, ya que no participan las empresas distribuidoras, en particular las tres más grandes del sector que fueron vetadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
López-Gatell comentó que entre las alternativas está solicitar el apoyo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Sin embargo, ayer fuentes cercanas al organismo descartaron esta posibilidad. Esa institución carece de la infraestructura para ese fin porque hasta ahora la movilización de los productos para sus derechohabientes está bajo la responsabilidad de las empresas de distribución privadas.
El subsecretario de Salud indicó que como parte de la compra emergente para solventar las necesidades inmediatas en sitios específicos, se contó con el apoyo de la Clínica Condesa Iztapalapa en la Ciudad de México para almacenar los productos y que ahí acudan las entidades federativas a recogerlos.
Sobre el nuevo paradigma de tratamiento antirretroviral, Gustavo Reyes Terán, investigador del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias; explicó que desde hace varios años se demostró la disminución en la eficacia de Efavirenz, una de las sustancias que integran la tradicional terapia de inicio contra el VIH.
En 2011, del total de personas que iniciaban una terapia 2 por ciento eran portadores de un virus resistente a Efavirenz. Actualmente ya representan 10 por ciento, que es el umbral recomendado por la Organización Mundial de la Salud para buscar otras alternativas terapéuticas.
En México, la dinámica de los tratamientos llevó a que se compraran 35 antirretrovirales distintos, con los que se podían hacer alrededor de 700 combinaciones. Con el nuevo esquema, propuesto por un grupo de especialistas, la Secretaría de Salud está adquiriendo sólo 18 medicamentos, de los cuales ocho son innovadores protegidos por una patente.
Hasta el año pasado se compraban 20 productos con derechos de propiedad industrial.