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Entre las empresas que obtuvieron condonaciones fiscales en los dos sexenios anteriores se encuentran diversas compañías mineras que registran ganancias millonarias por venta de carbón, al mismo tiempo que pagan salarios de hambre
a sus trabajadores, a quienes obligan a laborar en serias condiciones de riesgo.
Así lo indicó una fuente cercana al tema, la cual agregó que aunque las amnistías fiscales no son herramientas fuera de la ley, sí tienen un carácter inmoral
debido a que tradicionalmente han beneficiado a los sectores económicos más fuertes en vez de cumplir el fin para el que fueron diseñadas en un principio.
Bajo condición de anonimato por temor a sufrir represalias, la persona entrevistada señaló que realiza un estudio sobre la lista de beneficiarios de condonaciones y cancelaciones fiscales de 2007 a 2015, obtenida recientemente por el Centro de Análisis e Investigación Fundar luego de cuatro años de litigio.
En esa base de datos, señaló, hay al menos 17 mineras –en particular de la región carbonífera del norte del país– a las que se ha perdonado por completo el cobro de impuestos a pesar de que facturan ganancias multimillonarias y pagan salarios extremadamente bajos a sus empleados.
Un ejemplo es la compañía Fervim Ingeniería, a la cual se le perdonó el pago de 2 millones 264 mil 850 pesos en 2013, año en que registró ventas por 100 mil toneladas de carbón sólo a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
En un cálculo conservador, por esa cantidad la empresa pudo haber obtenido al menos 100 millones de pesos, los cuales se sumarían a los recursos que haya ganado por la venta de ese mismo combustible a Altos Hornos de México, indicó la fuente.
Pese a ello, una empresa contratista de Fervim Ingeniería, llamada Distribuciones Industriales del Noreste, registra el pago de sólo 114 pesos diarios a sus empleados.
A la empresa General de Hulla, contratista de Grupo México, se le condonaron entre 2008 y 2009 más de 4.8 millones de pesos, y en 2011 se le cancelaron –es decir, se declararon incobrables– otros 104 millones, a pesar de que sus ganancias semanales son de alrededor de 400 mil pesos, para un total de más de 20 millones de pesos anuales. A sus trabajadores les paga únicamente 80 pesos diarios.
Ese caso es especialmente notable, recalcó la fuente, pues 36 de los más de 60 mineros fallecidos en la explosión de Pasta de Conchos, ocurrida el 19 de febrero de 2006, eran empleados de General de Hulla.
Un ejemplo más es Materiales Industrializados, a la cual en 2008 se le condonó el pago de un millón 610 mil 414 pesos, sin importar que vende más de 120 mil toneladas de carbón por medio de compañías relacionadas con ella y que a los pobladores del ejido Santa María, de donde extrae combustible mineral, sólo les paga cinco pesos por cada tonelada que extrae.