“Si no le gustan los hombres que se busque a una mujer, si es lesbiana. Necesita sexo. Es una histérica mal amada”, espetó el periodista.
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Lo que no imaginó el periodista brasileño Gustavo Negreiros fue que sus comentarios misóginos contra la activista Greta Thunberg, de 16 años, le costarían su puesto de trabajo. El locutor dijo tranquilamente en su programa de radio que lo que la joven sueca necesita “es sexo” y que es “una histérica mal amada“.
“Ella es una mal amada. Si no le gustan los hombres que se busque a una mujer, si es lesbiana. Necesita sexo. Es una histérica mal amada“, criticó el presentador en el programa 96 Minutos de la radio 96 FM de la ciudad de Natal, en Río Grande del Norte, nordeste de Brasil.
En un momento dado, una de sus colegas se enfrenta a Negreiros y este contesta: “Vaya a fumar su porro, su marihuana, de vuelta a Suecia”. En un chasquido de dedos el programa perdió tres de sus cuatro patrocinadores. El periodista fue despedido.
Después, Negreiros pidió disculpas. “Estoy viviendo en un torbellino. Estoy triste y muy conmocionado. Hice un comentario desafortunado. Ya perdí dos trabajos, mi vida fue destruida. Me pasé de la raya, no puedo entender las palabras que dije”, espetó.
“Tenemos una responsabilidad con la noticia, con la información. No sabía que la joven tenía un problema de salud”, añadió refiriéndose al síndrome de Asperger, un tipo de trastorno del espectro autista (TEA), que padece Thunberg, y a pesar de que la gravedad de sus comentarios no se justifican con o sin enfermedad.
La joven, convertida en un icono de la defensa del medio ambiente, es creadora del movimiento estudiantil por el clima ‘Fridays For Future’ (Viernes para el futuro) y ha sido nominada para el Premio Nobel de la Paz 2019. Esta semana dio un discurso ante la Asamblea General de la ONU en el que lanzó fuertes críticas contra los líderes mundiales por su inacción para combatir el cambio climático.
Thunberg, apoyada por parte de los miembros de la comunidad científica, goza tanto de fervientes admiradores como de detractores, estos últimos principalmente entre los sectores más conservadores.
De las numerosas críticas que esta semana se han vertido contra ella destaca la del analista Michael Knowles, quien en la cadena de televisión estadounidense Fox News dijo que era una “niña sueca mentalmente enferma”.
El presidente estadounidense, Donald Trump, tampoco dudó en burlarse de ella en un irónico mensaje en su cuenta de Twitter: “Parece una chica muy feliz que está mirando a un futuro brillante y maravilloso. ¡Tan bueno verla!”.
En Brasil, el diputado Eduardo Bolsonaro, a quien su padre, el presidente Jair Bolsonaro, quiere mandar a EE.UU. como embajador, también quiso aportar su grano de arena. El polémico diputado publicó una fotografía falsa de la joven comiendo en el vagón de un tren, mientras es observada por un grupo de niños con mirada hambrienta.
El hijo del ultraderechista añade otra noticia falsa que apunta que a Thunberg le financia el inversor y magnate húngaro-estadounidense George Soros. “El filántropo es conocido por fomentar agendas de interés de la izquierda internacional y financiar movimientos sociales en Brasil”, recoge el texto.
Eduardo Bolsonaro publicó después otra foto manipulada con la que se mofa de la frase “Ustedes robaron nuestros sueños” pronunciada por Thunberg durante su discurso en la ONU.
#DisculpaGreta
A través del ‘hastag’ #DesculpaGreta [#DisculpaGreta], los brasileños pidieron perdón a la activista tanto por los comentarios del locutor de radio, como por los del hijo del presidente.
“Greta, nuestro país está lleno de hombres que no aceptan la verdad. Tienes toda la razón y debes ser escuchada. Perdón por nuestros fanáticos locos, ciegos y estúpidos”, dice una usuaria.
“Disculpa (…) por cada comentario desagradable hecho por personas mediocres contra ti y tu lucha. Gracias por representar a una generación y a una revolución, no estás solo, y una vez más #LoSientoGreta”, comenta otra.
“¿Por qué las jóvenes/mujeres pioneras o con coraje incitan tanto el odio de los hombres“, pregunta una internauta que añade una ilustración de la activista junto a otra de la joven científica Katie Bouman.
Otra persona pide disculpas por las fotos falsas que han circulado estos días en las redes y agrega una imagen de Trump comiendo en el vagón del tren con Bolsonaro afuera mirando.