La vida de Arbina Khatoon colapsó tras un largo viaje en tren. Es el noveno trabajador migrante que muere tras el inicio del confinamiento en aquel país. Las autoridades aseguran que murió por una enfermedad y no de hambre como resaltan sus familiares
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India vive momentos de indignación y conmoción luego de que el video de un niño intentando despertar a su madre muerta recorriera las redes sociales y los medios de aquella nación. Arbina Khatoon, de 35 años, colapsó en una plataforma ferroviaria de la estación de Muzaffarpur tras partir de Gujarat, un trayecto de más de 1.800 kilómetros en pésimas condiciones. Todavía le quedaban completar otros 400 kilómetros hasta su casa en Katihar. Nunca llegó.
El caso constituye la novena muerte entre los migrantes internos tras el inicio del confinamiento en la India en marzo como consecuencia de la pandemia del coronavirus.
La policía local, sin embargo, negó que Khatoon haya perecido producto del hambre, la falta de agua y el calor y lo atribuyó en cambio a una enfermedad preexistente que no detalló cuál era. Su familia, en un primer momento, había indicado que la hambruna que padecen los inmigrantes que llegan a India había sido la causa de su muerte el pasado lunes. Pero luego esos mismos allegados se presentaron junto a las autoridades de Indian Railways para indicar que en verdad la víctima ya estaba enferma, de acuerdo a lo publicado por la red televisiva local NDTV.
Testigos que compartieron con la madre el interminable trayecto entre Gujarat y Muzaffarpur insistieron en que no comieron ni bebieron agua durante todo el viaje y que eso provocó el colapso una vez que arribaron a destino, de acuerdo a medios locales y la cadena de noticias Al Jazeera.
Las nueve muertes resaltan la difícil situación de los migrantes indios en la pandemia, durante la cual millones perdieron sus empleos y luchan por regresar como sea a sus hogares bajo el cierre casi absoluto del país. Para conseguirlo el gobierno ha puesto un servicio de trenes a cargo de Indian Railways para que retornen a sus hogares. Los responsables del servicio han dicho que los viajes cumplen con todas las normas, pese a las múltiples denuncias.
El video del pequeño de dos años intentando despertar a su madre muerta fue compartido en Twitter por el periodista indio Ravi Nair: “Un trabajador migrante subió al tren de Gujarat a Muzaffarpur, Bihar. Ella murió de deshidratación, hambre y calor extremo. Su pequeño hijo estaba tratando de despertar a su madre muerta en la plataforma del ferrocarril. Dedicando este video al ministro de ferrocarriles. Tenemos un gobierno despiadado. No le da ningún valor a la vida de los pobres. Recuerde, ella murió de deshidratación y hambre”.
En esa misma estación otro niño de cuatro años murió en brazos de su padre tras un extenso viaje desde Mumbai. Una vez más, las autoridades policiales informaron que el menor tenía enfermedades preexistentes. Indian Rayways volvió a desligar su responsabilidad. Entre el lunes y el miércoles, otros cinco migrantes perdieron sus vidas.
“En la mayoría de estos casos, se descubrió que quienes murieron eran ancianos, enfermos y pacientes con enfermedades crónicas, que en realidad habían ido a las grandes ciudades para recibir tratamiento médico”, dijo un portavoz de la empresa ferroviaria estatal a la agencia local de noticias The Press Trust of India (PTI, por sus siglas en inglés).
Millones de pobres de la India, incluidos los trabajadores migrantes, han sufrido el estricto encierro impuesto por el gobierno de Narendra Modi, y en muchos casos deben abandonar las ciudades donde estaban empleados, pasan hambre y luchan por regresar a sus pueblos de origen durante días. Más de 100 millones de indios se han quedado sin trabajo debido a la cuarentena impuesta el 25 de marzo para controlar la propagación del virus.
Las críticas llueven sobre el gobierno de Modi, a quien acusan de implementar el bloqueo total sin mucha planificación y que ha causado estragos en la economía y ha creado la peor crisis migratoria interna desde que el país logró la independencia en 1947.
En las últimas horas del jueves, India informó más de 6.500 casos nuevos de COVID-19, otro récord de cifras diarias. El aumento se produce cuando el gobierno del primer ministro Modi prepara un nuevo conjunto de directrices que se emitirán este fin de semana, posiblemente extendiendo un bloqueo de dos meses en las zonas más afectadas y permitiendo también cierta actividad económica.
El Ministerio de Salud también informó otras 194 muertes, lo que eleva el total del país a 4.531. Mientras tanto, el Tribunal Superior ordenó a las autoridades proporcionar de forma gratuita alimentos, agua y viajes en tren a los trabajadores migrantes que regresan a sus aldeas después de perder sus empleos debido a la pandemia.
Mumbai, la capital financiera y de entretenimiento de la India, es la ciudad más afectada del país con más de 33,000 casos y casi 1,200 muertes. La mayoría de los casos se concentran en los estados de Maharashtra, Gujarat, Tamil Nadu Nueva Delhi, Madhya Pradesh y Rajastán.