*En sólo 20 años cambió el panorama para las personas que viven con esclerosis múltiple, enfermedad progresiva que…
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Buenos Aires.
En sólo 20 años cambió el panorama para las personas que viven con esclerosis múltiple, enfermedad progresiva que, por el daño neurológico que ocasiona, alrededor de 15 años después del diagnóstico los condenaba a permanecer en silla de ruedas o en cama. Ahora es posible frenar ese deterioro, afirmó Edgardo Cristiano, jefe del servicio de neurología clínica del Hospital Italiano de Buenos Aires, Argentina.
De un par de medicamentos que se limitaban a aliviar síntomas, la ciencia médica avanzó en este periodo para lograr moléculas que detienen los ataques
del sistema de defensas del organismo contra la mielina –sustancia grasa protectora de las fibras nerviosas–, mediante las cuales se comunican las neuronas.
Incluso, en estudios clínicos en curso se espera comprobar que es posible la recuperación de la mielina perdida y, por tanto, de las funciones que hayan sido dañadas.
Durante su participación en el Seminario de Salud que se realiza en esta ciudad, el especialista explicó que en los mismos 20 años, la prevalencia de la esclerosis múltiple se duplicó en América Latina. En parte, dijo, se debe a la disponibilidad de mejores herramientas para el diagnóstico, principalmente las imágenes de resonancia magnética.
En los países de Europa, donde la predisposición al desarrollo de la enfermedad es más alta, también aumentó la frecuencia del padecimiento, y allá, indicó Cristiano, el acceso a la tecnología para el diagnóstico ha estado disponible durante este lapso.
Los expertos atribuyen el aumento de casos a factores ambientales. Edgardo Cristiano también comentó sobre la tendencia creciente de la enfermedad entre las mujeres. De una relación de dos por cada hombre, en algunos lugares el indicador subió a tres por cada varón.
Este fenómeno se podría explicar por cuestiones hormonales, menor exposición al sol, aumento en el tabaquismo y otros factores de tipo ambiental. Sobre el primero, el experto en el manejo de la esclerosis múltiple comentó que aún no hay evidencia contundente sobre la intervención de hormonas en el comportamiento del mal.
Pero sí hay algunos indicios, como que durante el embarazo, aunque las pacientes dejan de tomar sus medicinas, se mantienen libres de progresión de daño neurológico. En tanto, en las mujeres con la enfermedad que se someten a tratamientos de fertilidad aumentan las probabilidades de que avance.
La esclerosis múltiple es un padecimiento autoinmune, es decir, se produce cuando el sistema de defensas desconoce
la mielina y la destruye. Según la zona donde esto ocurra es la afectación que sufren las personas. Puede ser pérdida del equilibrio, de la sensibilidad y/o de fuerza, y alteraciones en la visión, entre otros.
La mayoría de los afectados presentan estas alteraciones por algunos días o semanas y luego vuelven a la normalidad. Los episodios se repiten de esta manera después de algunos meses o años, hasta que llega el momento en que el daño neurológico permanece y avanza hacia la discapacidad.
El experto llamó la atención sobre la desigualdad en el acceso a los tratamientos debido a su alto costo. Los países deben tomar en cuenta el beneficio que reciben los enfermos al ser capaces de mantenerse activos e independientes.
Buenos Aires. En sólo 20 años cambió el panorama para las personas que viven con esclerosis múltiple, enfermedad progresiva que, por el daño neurológico que ocasiona, alrededor de 15 años después del diagnóstico los condenaba a permanecer en silla de ruedas o en cama. Ahora es posible frenar ese deterioro, afirmó Edgardo Cristiano, jefe del servicio de neurología clínica del Hospital Italiano de Buenos Aires, Argentina. De un par de medicamentos que se limitaban a aliviar síntomas, la ciencia médica avanzó en este periodo para lograr moléculas que detienen los ataques del sistema de defensas del organismo contra la mielina –sustancia grasa protectora de las fibras nerviosas–, mediante las cuales se comunican las neuronas. Incluso, en estudios clínicos en curso se espera comprobar que es posible la recuperación de la mielina perdida y, por tanto, de las funciones que hayan sido dañadas. Durante su participación en el Seminario de Salud que se realiza en esta ciudad, el especialista explicó que en los mismos 20 años, la prevalencia de la esclerosis múltiple se duplicó en América Latina. En parte, dijo, se debe a la disponibilidad de mejores herramientas para el diagnóstico, principalmente las imágenes de resonancia magnética. En los países de Europa, donde la predisposición al desarrollo de la enfermedad es más alta, también aumentó la frecuencia del padecimiento, y allá, indicó Cristiano, el acceso a la tecnología para el diagnóstico ha estado disponible durante este lapso. Los expertos atribuyen el aumento de casos a factores ambientales. Edgardo Cristiano también comentó sobre la tendencia creciente de la enfermedad entre las mujeres. De una relación de dos por cada hombre, en algunos lugares el indicador subió a tres por cada varón. Este fenómeno se podría explicar por cuestiones hormonales, menor exposición al sol, aumento en el tabaquismo y otros factores de tipo ambiental. Sobre el primero, el experto en el manejo de la esclerosis múltiple comentó que aún no hay evidencia contundente sobre la intervención de hormonas en el comportamiento del mal. Pero sí hay algunos indicios, como que durante el embarazo, aunque las pacientes dejan de tomar sus medicinas, se mantienen libres de progresión de daño neurológico. En tanto, en las mujeres con la enfermedad que se someten a tratamientos de fertilidad aumentan las probabilidades de que avance. La esclerosis múltiple es un padecimiento autoinmune, es decir, se produce cuando el sistema de defensas desconoce la mielina y la destruye. Según la zona donde esto ocurra es la afectación que sufren las personas. Puede ser pérdida del equilibrio, de la sensibilidad y/o de fuerza, y alteraciones en la visión, entre otros. La mayoría de los afectados presentan estas alteraciones por algunos días o semanas y luego vuelven a la normalidad. Los episodios se repiten de esta manera después de algunos meses o años, hasta que llega el momento en que el daño neurológico permanece y avanza hacia la discapacidad. El experto llamó la atención sobre la desigualdad en el acceso a los tratamientos debido a su alto costo. Los países deben tomar en cuenta el beneficio que reciben los enfermos al ser capaces de mantenerse activos e independientes.
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