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Sao Paulo., La participación del sector privado en salud no sirve para lograr la cobertura universal. Por el contrario, contribuye al encarecimiento de los servicios, mientras la presencia del Estado es fundamental para que las personas dispongan de atención de calidad, con equidad y que ésta no sea causa de empobrecimiento.
Para que eso sea posible falta que haya voluntad política, con el fin de que los sistemas sanitarios operen como el aeronáutico, en que los pasajeros tienen un asiento asignado conforme a su capacidad de pago, pero todos llegan al mismo destino sin distinciones, afirmó Rubén Torres, rector de la Universidad Isalud de Argentina.
Además de aumentar la inversión económica en el sector, se requiere mejorar la gestión y, en específico, reducir el gasto administrativo. Refirió que en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos es de 3 por ciento. En México ese rubro representa 10 por ciento del gasto en salud.
El especialista advirtió que la desigualdad y la falta de voluntad política de los gobernantes en los países de América Latina explica, entre otros, que la cantidad de casos nuevos de cáncer de mama aumentó 31 por ciento en seis años.
En 2018 se registraron casi 200 mil afectadas y aunque hay avances, todavía hasta 40 por ciento llega a los servicios de salud con un tumor en etapas avanzadas, por lo que ese año murieron más de 52 mil 500 por esta causa. Esto evidencia las deficiencias de los sistemas de salud, señaló.
En México, de acuerdo con estadísticas de Globocan 2018 y registros de hospitales proporcionados durante el foro de salud para periodistas en Sao Paulo, la incidencia de este tumor maligno subió 15 por ciento, al pasar de 23 mil 873 en 2013 a 27 mil 283 en 2018. Los decesos pasaron de 5 mil 902 a 6 mil 884 en el mismo periodo.
La situación es diferente en países de la Unión Europea, donde 90 por ciento de las mujeres con la neoplasia mamaria se detectan en los estadios iniciales; en Estados Unidos son 60 por ciento de casos.
Además de que la posibilidad de curar la enfermedad aumenta en estas naciones, el costo de los tratamientos es de tres a cuatro veces más bajo respecto de la inversión que hacen los países latinoamericanos, donde se requiere de medicamentos sofisticados y de alto costo para tratar de controlar cánceres de mayor gravedad, explicó Torres, quien fue gerente de Sistemas de Servicios de Salud de la Organización Panamericana de la Salud.
Otro desafío que enfrenta la región de las Américas es la desigualdad en el acceso a los servicios médicos, por la concentración de hospitales en las capitales de los países, lo que provoca, por ejemplo, que quienes viven en lugares alejados tardan más tiempo para obtener el diagnóstico y la atención médica adecuada.
El especialista llamó la atención sobre la necesidad de cambiar el modelo de formación de recursos humanos. Los estudiantes están concentrados en los grandes hospitales, cuando la mayoría de los enfermos están en clínicas familiares o centros de salud, donde se debería fortalecer la atención primaria.