*Pese a los recientes hechos violentos en el puerto de Acapulco que han afectado a turistas extranjeros…
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CHILPANCINGO, Gro. (apro).– Pese a los recientes hechos violentos en el puerto de Acapulco que han afectado a turistas extranjeros, el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, lanzó un llamado a la ciudadanía y a los medios de comunicación a “no ser tan pesimistas”.
“Ayúdenme también a que el pesimismo no nos embargue, porque lo peor que nos puede pasar es que se vaya la gente”, dijo el mandatario estatal.
El llamado de Astudillo y el reconocimiento del problema de violencia en el puerto contrasta con sus declaraciones de 2016, cuando, ante empresarios, aseguró que los destinos turísticos de Guerrero eran seguros, porque la disputa de las plazas controladas por el narco es una guerra entre criminales y la mayoría de las personas ejecutadas “no son turistas, ni famosos”.
El domingo pasado, una balacera en el bar Baby Lobster, en la Costera Miguel Alemán, dejó un saldo de un turista chileno muerto y cinco heridos, entre ellos, otro ciudadano chileno.
Hoy, en conferencia de prensa, el gobernador lamentó el homicidio del vacacionista sudamericano. Además del chileno lesionado, también resultaron lesionados por arma de fuego una menor de edad originaria de Acapulco y tres visitantes de la Ciudad de México.
A diferencia de 2016. el mandatario consideró que este crimen es una llamada de atención que coloca al principal balneario de la entidad en “una ruta mediática que no beneficia al puerto”.
También consideró necesario “ponerle más atención a la zona de la Condesa (en la Costera Miguel Alemán), compartiendo responsabilidades con el municipio”, dijo en referencia a que este lugar de alta afluencia turística es una zona de prostitución y venta de cocaína tolerada por autoridades de los tres niveles de gobierno.
A finales de diciembre último fue asesinado otro extranjero, se trató del estadunidense Doug Bradley, quien recibió disparos de arma de fuego en la zona hotelera de Ixtapa.
Astudillo Flores agregó que el problema de violencia, incluyendo la ola de asesinatos, se debe a la “la cantidad de armas que hay en el país”.