*El gobierno estadunidense pidió al Congreso aprobar 7 mil 850 millones de dólares en fondos de emergencia para …
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Houston.
El gobierno estadunidense pidió al Congreso aprobar 7 mil 850 millones de dólares en fondos de emergencia para enfrentar la devastación causada por el huracán Harvey. El presidente Donald Trump visitó ayer la zona afectada, donde repartió cajas de almuerzos y abrazó a niños en un refugio.
El jefe de presupuesto de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, envió el viernes pasado una carta al titular de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, en la cual le solicitó dicha suma. El monto es mayor que los 5 mil 950 millones de dólares que varios medios de prensa difundieron anteriormente.
La mayor parte de ese dinero se destinará a la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias, principal entidad encargada del manejo de desastres en el país, mientras unos 450 millones de dólares serán para la Administración de Pequeños Negocios, que distribuye préstamos a casas y comercios dañados.
De acuerdo con la cadena de televisión CNN, se ha programado una votación en la cámara baja para atender dicha solicitud a finales de la semana próxima, cuando los congresistas estarán de vuelta de su receso de verano.
El lunes anterior Trump fue criticado por medios de información y en las redes sociales, porque recorrió la zona dañada en su limusina. Además, se comportó como si estuviera en un mitin político cuando se reunió con damnificados al festejar el tamaño de la multitud. Su esposa, Melania, también fue censurada por visitar el área con zapatos de tacón de aguja.
Este sábado, al parecer, los Trump intentaron enmendar esos errores. El mandatario tuvo contacto directo con las víctimas de Harvey y su mujer vestía tenis, pantalón de mezclilla, camisa, chamarra y gorra.
Estados Unidos está con ustedes
, tuiteó antes de llegar a Texas. Harveyha dejado al menos 42 muertos y ha causado daños por entre 30 mil y 100 mil millones de dólares.
Una semana después de que el meteoro azotó la costa texana como huracán de categoría cuatro, los rescatistas aún buscan a personas atrapadas.
En su segunda visita a las zonas afectadas, Trump volvió a Texas y también irá al estado vecino de Luisiana.
Quienes han podido regresar a sus casas, abandonadas durante varios días, las encontraron inundadas, con agua sucia que llega al nivel de las ventanas, a veces más arriba, y vehículos dañados.
Decenas de miles de habitantes siguen en albergues, por la lenta reducción de las inundaciones. Éstas dañaron entre 40 mil y 50 mil casas en Houston, lo que llevó a decenas de miles a refugios de emergencia.
Estamos firmando muchos documentos ahora para obtener dinero, 7 mil 900 millones
, dijo Trump en el enorme centro de exhibiciones NRG, convertido en albergue. Trump y su esposa estrecharon allí manos y posaron para selfies con damnificados que estaban ansiosos por saludarlos.
Acompañado por el gobernador de Texas, Greg Abbott, el mandatario se dirigió a una sección del centro, donde se podía leer un cartel que decía: ¡Zona de niños!
, colgado en una pared. Allí fue inmediatamente rodeado por muchos menores, quienes lo abrazaron.
La Casa Blanca solicitó al Congreso 7 mil 850 millones de dólares en fondos de emergencia, que consideró anticipo
para los gastos de largo plazo que serán necesarios para reconstruir la región.
“En este momento la administración solicita 7 mil 850 millones de dólares en recursos federales para la respuesta y los esfuerzos iniciales de recuperación relacionados con el huracán Harvey”, escribió el director de Presupuesto de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, en una misiva dirigida al presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan.
El monto es 2 mil millones de dólares mayor al que funcionarios del gobierno habían dicho el viernes que solicitarían, lo cual sugiere una revaluación de los daños estimados.
Unas 100 mil viviendas han sido afectadas por este desastre natural, 43 mil 500 personas están en refugios y 436 mil han presentado solicitudes de ayuda, según dicha misiva.
Arde fábrica
De forma paralela, un nuevo incendio se desató la noche del viernes en la planta química de la empresa francesa Arkama, al norte de Houston, y una densa nube de humo negro, potencialmente tóxica, se elevó.
Era una reacción esperada, por lo que los alrededores ya habían sido desalojados, dijo a Afp un trabajador de la planta, que fabrica peróxidos orgánicos, compuesto extremadamente inflamable y cuyas emisiones de humo son tóxicas.
Houston, cuarta ciudad de Estados Unidos con 2.3 millones de habitantes, parece comenzar a volver poco a poco a la normalidad. Muchos hogares recuperan la electricidad, los sistemas de transporte vuelven a ponerse en marcha y se multiplican las operaciones de limpieza.
El alcalde de Houston, Sylvester Turner, declaró a CNN que la urbe necesita recursos ahora
, reclamando con urgencia la ayuda federal.
Turner pidió el viernes anterior a los residentes de unos vecindarios inundados, cercanos a los embalses de Addicks y Barker, que abandonaran el área, porque la zona podría permanecer dos semanas más bajo el agua, pero muchos se niegan a hacerlo. El regreso a la normalidad tomará años, manifestó el gobernador Abbott. La gente tiene que entender que no se trata de un proyecto a corto plazo. Será un programa de años para que Texas supere este desastre
.