A pesar de que hay lugares que dependen del turismo en México, es necesario reconocer los problemas a los que se enfrentan por la gentrificación y otros aspectos que han desplazado y afectado la vida de locatarios.
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México ofrece cientos de lugares turísticos para vacacionar, algo que muchos consideran un beneficio para las economías locales; sin embargo, para expertos en viajes, esto puede ser un problema, sobre todo si desplaza a poblaciones, contamina, o afecta la vida de las personas que ahí viven, y en ese sentido la guía de viajes Fodor’s dijo que hay un destino en el país que no se recomienda para 2025.
Si estás planeando tus vacaciones, toma en cuenta las razones por las que este destino fue incluido a la lista de destinos que no debes visitar este año, donde además aparece el Monte Everest, Bali, Barcelona, Venecia, Mallorca, entre otros.
“Recorrer ciudades repletas de turistas es frustrante; hacer turismo en pueblos donde los lugareños resienten tu presencia es perturbador; y deambular por una naturaleza plagada de basura es deprimente”, explica la guía.
Además, se explica que no se está haciendo un boicot hacia esos destinos turísticos al pedir que las personas no viajen en sus vacaciones de 2025; sin embargo, sus desafíos “son reales y urgentes”, por lo que “el primer paso para aliviar un problema es reconocer que existe”.
Oaxaca es el destino turístico que no debes visitar en 2025
De acuerdo con Fodor’s, Oaxaca es un destino turístico mexicano que enfrenta retos importantes y donde sus locatarios se ven afectados por el turismo y la gentrificación.
“El exceso de turismo se manifiesta a menudo en un creciente resentimiento de los residentes hacia los turistas, y han surgido protestas y consignas en todo el estado. Los oaxaqueños se quejan de que su cultura y sus costumbres están siendo comercializadas, lo que conduce a grandes brechas de riqueza y a la degradación ambiental”, explica la guía turística.
De acuerdo con lo mencionado en su artículo, México es uno de los pocos países con fronteras abiertas a Estados Unidos, lo que hizo que muchos norteamericanos emigraran a Oaxaca durante la pandemia de COVID, lo que hizo que el turismo se incrementara en un 77 por ciento.
Esta situación disparó los alquileres y desplazó a los residentes de las zonas locales. Y el problema no es solo económico, sino que el inglés está desplazando al español, además de que muchos edificios de vivienda ahora son restaurantes o alojamientos enfocados en el turismo, al grado de que hay cerca de 4 mil 800 viviendas en Airbnb ubicadas en las localidades más demandadas.
El desplazamiento es algo “nunca antes visto”, de acuerdo con el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de Oaxaca, ya que una renta puede costar cerca de 70 dólares la noche. Las personas más afectadas son las de clases bajas, jóvenes, mujeres solteras y trabajadores precarizados.
Oaxaca es una entidad que durante décadas ha dependido del turismo, más desde que comenzó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994. Sin embargo, la situación ha orillado a que los turistas tengan prioridad por encima de la comunidad, ya que “muchos residentes ahora sienten que su explotación es necesaria para su supervivencia“.
La situación ahora también afecta el suministro de agua, saneamiento, recolección de basura, ya que estos servicios empeoran a medida que incrementa la demanda.
Esto provocó manifestaciones en enero de este año, donde además de los bloqueos y exigencias, se pintaron grafitis que decían “odio al gringo”, “fuera gringos” y “Oaxaca no es mercancía”.
“El turismo puede ser la industria más lucrativa en Oaxaca, pero para los turistas que la visitan, el futuro está literalmente en la pared”, explicaron expertos a Fodor’s.
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