¡Ya estuvo bueno! Transporte público caro y pésimo: urgen cambios a las leyes
Unidades totalmente incómodas, sin mantenimiento ni aire acondicionado, choferes petulantes que te miran feo si les pagas con un billete grande, nunca traen feria, tarifas por las nubes y unidades que parecen saunas sobre ruedas son la constante en el transporte público de Bahía de Banderas y Puerto Vallarta. Da igual si hablamos de taxis, de cualquier organización, camiones o combis, todos padecen la misma enfermedad crónica de pésimo servicio, esos de los “Autotransportes Medina” son una chatarra.
Por eso, aplicaciones como Uber e Indrive les siguen ganando terreno, porque simplemente ofrecen lo básico, incluso ya hay redes a través de grupos de WhatsApp, de carros dando servicio privado, pero que tienen costos más bajos por viaje, calidad y buen trato.
Esto seguirá mientras los choferes estén sujetos a cuotas y no salarios con prestaciones, ya que en su inmensa mayoría son sometidos a una explotación exhaustiva, ya que tienen que sacar primero lo del “patrón”, y lo que sobre para ellos, lo que causa un inmenso estrés laboral, situación que en su vida han tratado los legisladores federales, que les ha importado un cacahuate esta situación de la clase trabajadora del transporte público.

Ya es hora de abrir el mercado a la libre competencia. Quienes quieran entrar al negocio, que paguen su placas, cumplan con las reglas y se regularicen, porque tampoco se puede trabajar al margen de la Ley en materia de transporte público, y las organizaciones de transportistas, sindicatos y demás, dejen de vez en vez de jugar al chantaje con pasquines amenazantes, bloqueos o sustitos a los turistas que solo dañan la imagen turística.
Ya basta de ser rehenes de una casta privilegiada de transportistas consentidos, concesionarios a quienes llevamos décadas haciendo ricos a costa del bolsillo y la paciencia ciudadana. Las concesiones deben de ser para el que las trabaja, no para políticos o capitalistas que se hacen de los denominados “permisos”, que compran las unidades y explotan a los choferes.
La solución está en manos del Gobierno Estatal, de Nayarit y de Jalisco, de nuestros “flamantes legisladores” estatales y federales de ambos estados”, que modifiquen la ley y nos liberen de estos vividores del transporte que mucho cobran y poco ofrecen. Años escuchando que necesitan “aumento de tarifas” para comprar unidades nuevas, lo que nunca pasa. A ver si ahora sí les cae el veinte con una verdadera conurbación, de todas a todas. Mientras tanto los usuarios, aguantando las carcachas tanto de Bahía de Banderas como de Puerto Vallarta. Va.







