Rubén Moreira, coordinador de los diputados, ‘echó en cara’ a Miguel Ángel Osorio Chong su crítica a la alianza de oposición.
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En medio de una nueva debacle electoral del PRI, los reclamos y los reproches internos comenzaron al interior del partido.
Luego de las afirmaciones (entre otras, del ex gobernador de Hidalgo, Miguel Ángel Osorio Chong) de que el PRI debe cambiar de rumbo y revisar el proyecto de la coalición ‘Va por México’, Rubén Moreira, coordinador de la bancada tricolor en San Lázaro, respondió que “rechazo las críticas que vienen desde los que únicamente trabajan en el Seccional de Polanco”.
Moreira, esposo de la candidata priista perdedora en Hidalgo, Carolina Viggiano, reconoció que al PRI “le está afectando el neoliberalismo, que tuvo la mayor derrota en 2018 y que nos llevó al 8 por ciento” de la votación.
El coordinador de los diputados priistas se fue contra las quejas en el interior de su partido contra la actual dirigencia, que encabeza Alejandro Moreno.
“Rechazo las críticas de quienes creen que la política es un juego de las elecciones, que es juego de dados y que siempre es un juego limpio y un juego nuevo”, remarcó.
“El PRI tiene que reflexionar en ya dejar atrás el lastre que fue el neoliberalismo y pensar que somos un partido de centro-izquierda porque cuando culpan a una dirigencia de resultados, se les olvida el pasado y se les olvida que desde el pasado vienen cuestionamientos, vienen preguntas y vienen circunstancias”, expuso.
Moreira rechazó las críticas que el presidente Andrés Manuel López Obrador hace contra el neoliberalismo pues, afirmó “él no es de izquierda”.
El PRI fue uno de los grandes perdedores de las elecciones del 5 de junio, al perder dos gubernaturas que tenía en su poder, una de ellas después de 93 años de dominio.
Aunque el tricolor se consolidó como el partido ganador en Aguascalientes y Durango, en alianza con el PAN y PRD, con Tere Jiménez y Esteban Villegas Villarreal, lo destacado es que perdieron Hidalgo, estado que por primera vez no estará gobernado por el PRI. También perdió Oaxaca, estado que aún gobierna de la mano de Alejandro Murat.