*Este miércoles los priistas comienzan con los trabajos para definir su estrategia para la contienda federal del próximo año, en la que se disputarán ocho gubernaturas y la jefatura de gobierno de la CDMX…
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Con la pérdida de 4.7 millones de votos y 11 gubernaturas en los últimos cinco años, así como 68 alcaldías tan sólo en los pasados comicios del 4 de junio, el PRI emprenderá los trabajos de la XXII Asamblea Nacional en la que definirá la ruta a seguir para recuperar la rentabilidad electoral y tratar de conservar la Presidencia en 2018.
Hoy y mañana, los priistas inician los trabajos de las cinco mesas temáticas, en las que pretenden hacer algunos ajustes para hacer frente al escenario electoral del año próximo, en el que además de la contienda federal, se disputarán ocho gubernaturas y la jefatura de gobierno de la Ciudad de México.
Desde 2012 a la fecha, el tricolor ha perdido 11 gubernaturas, por lo que el otrora partido hegemónico ahora sólo gobierna en 15 entidades y es oposición en otras 16, mientras que considera como propia la de Chiapas, cuya administración está en manos de un aliado como el Partido Verde.
Aunque el tricolor recuperó la silla presidencial, en el ámbito local registra un fuerte déficit, que se ha visto reflejado en los comicios realizados en lo que va del sexenio.
El mismo año que ganó la Presidencia, el PRI sólo ganó dos gubernaturas –Jalisco y Yucatán– de las siete que estuvieron en juego, entre las que perdió un estado en el que había mantenido su hegemonía: Tabasco. Para 2013, los priistas ni siquiera figuraron en la contienda por el único gobierno que se disputó, el de Baja California, que retuvo Acción Nacional.
Dos años después, se renovaron nueve gubernaturas, de las cuales el PRI perdió Nuevo León, Querétaro y Michoacán, aunque recuperó Sonora, San Luis Potosí y Guerrero, además de que retuvo Campeche y Colima.
De los comicios estatales de los últimos cinco años, los de 2016 fueron los que registraron los peores resultados para el PRI, pues en la disputa por nueve gubernaturas, perdió Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Tamaulipas, Quintana Roo, Veracruz; los cuatro últimos no habían tenido alternancia.
El año pasado, el tricolor retuvo Hidalgo, Tlaxcala y Zacatecas, y recuperó Oaxaca y Sinaloa, estados que en 2010 –junto con Puebla– ganó la alianza PAN-PRD. Para concretar las pérdidas de los priistas en 2016, en Veracruz apenas ganó 36 de las 212 alcaldías que estuvieron en juego, perdiendo terreno ante PAN-PRD y Morena.
En la jornada del pasado 4 de junio, el PRI sumó otra derrota, la gubernatura de Nayarit y todavía está pendiente que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) confirme su triunfo en Coahuila.
En la elección de este año, en tres entidades estuvieron en disputa 270 alcaldías, de las cuales el PRI perdió 68; actualmente sólo gobierna 11 capitales –Campeche, Guanajuato, Chilpancingo, Toluca, Monterrey, Oaxaca, Culiacán, Hermosillo, Ciudad Victoria y Tlaxcala– a las que sumará Saltillo.
Así, para las elecciones de 2018, en la disputa por las ocho gubernaturas y la jefatura de Gobierno capitalino, el PRI sólo es gobierno en los dos estados que ganó en 2012 –Jalisco y Yucatán– y es oposición en seis: Ciudad de México, Guanajuato, Morelos, Puebla, Tabasco y Veracruz; Chiapas es del PVEM.
Además, de los otros 30 estados en los que habrá comicios locales para renovar congresos y ayuntamientos, el tricolor también es opositor en otras 9 entidades: Aguascalientes, Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Michoacán, Nuevo León, Querétaro, Quintana Roo y Tamaulipas.