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Periodistas se manifestaron ayer en Acapulco y Chilpancingo, Guerrero, para protestar por la agresión que sufrió el reportero gráfico Bernardino Hernández a manos de agentes estatales durante el desarme de policías comunitarios realizado el domingo en el poblado La Concepción –en la zona rural de Acapulco–, después de que ocho personas murieron en un enfrentamiento.
A la movilización de comunicadores en Acapulco, efectuada en la glorieta de La Diana, acudieron representantes del Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, quienes efectuaron visitas de inspección para investigar lo ocurrido en La Concepción.
En la operación policiaca del domingo, Bernandino Hernández, colaborador de las agencias AP y Cuartoscuro, fue arrastrado y golpeado por policías estatales, quienes le arrebataron sus dos cámaras para quitarle las tarjetas de memoria. Hernández fue hospitalizado.
En Chilpancingo, la capital guerrerense, decenas de reporteros marcharon acompañados por miembros de la Asamblea Popular Municipal. En el palacio de gobierno exigieron al gobernador Héctor Astudillo que la policía devuelva las tarjetas de memoria de la cámara de Bernardino Hernández, que contienen imágenes de la agresión de fuerzas federales y estatales a elementos de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC).
Los periodistas destacaron que en La Concepción policías estatales, ministeriales y federales también agredieron y encañonaron a Sergio Robles (agencia Quadratín), Roberto Ramírez Bravo (La Jornada Guerrero), Francisco Robles (corresponsal de Reforma), Carlos Alberto Carbajal y Jacob Morales (diario El Sur) y Héctor Briseño (corresponsal de La Jornada) cuando cubrían la incursión policiaca en la zona rural de Acapulco.
Por separado, reporteros que intentaron cubrir el sepelio de seis de los muertos en La Concepción dijeron que pobladores amenazaron con lincharlos si no se iban. Sostuvieron que policías estatal les advirtieron que no se responsabilizarían de su seguridad. Los periodistas amagados fueron Carlos Carbajal y Jacob Morales, así como Roberto Ramírez y Rubén Vázquez Santiago, de La Jornada Guerrero.