*La directora del Servicio Sismológico Nacional (SSN), Xyoli Pérez Campos, señaló que existe un proyecto para ampliar…
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La directora del Servicio Sismológico Nacional (SSN), Xyoli Pérez Campos, señaló que existe un proyecto para ampliar la cobertura de monitoreo y análisis sísmico en todo el país, que prevé la instalación de 58 nuevas estaciones en los próximos tres años; actualmente son 163 los centros de observación que brindan información de este tipo.
Sin embargo, el proyecto de esta entidad, dependiente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es mucho más amplio. También se prevé la instalación de diversas estaciones acelerográficas, estudios de zonificación sísmica en ciudades importantes del país, actualización de mapas de intensidades a escala nacional, y en estas ciudades específicas centros alternos de vigilancia, y actualización y renovación de equipo existente que ya está en la parte final de su vida útil.
Primero al participar en el foro ¿Cómo se pueden reducir los riesgos en caso de sismos?, y luego en breve entrevista, la especialista precisó la necesidad de ampliar dicha cobertura, pues sólo California, en Estados Unidos, cuenta con 400 estaciones de este tipo, y Japón tiene más de mil 200 estaciones.
Hay que recordar que hace unos días el rector de la UNAM, Enrique Graue, se reunió con legisladores en la Cámara de Diputados para solicitar recursos adicionales para dos proyectos específicos: uno era para el SSN y el otro para la Biblioteca Nacional.
En el foro, realizado en el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, Xyoli Pérez Campos señaló que esta red nacional de monitoreo es la columna vertebral, pero no debe descartarse la instalación y mejoramiento de redes locales, aunque ‘‘el problema es saber quién se hace responsables de ellas’’.
Por su parte, Mario Ordaz Shroeder, del Instituto de Ingeniería de la UNAM, destacó que 38 de los 40 edificios que colapsaron en Ciudad de México por el temblor del pasado 19 de septiembre, fueron edificados antes de 1985, es decir, con especificaciones en la construcción mucho menos rigurosas que las existentes en la actualidad.
Por ello, el especialista en estructuras y riesgo sísmico destacó la importancia de contar con reglamentos y normas de edificaciones técnicamente probadas, pero también es necesario que se cumplan y respeten.
En su exposición, analizó el comportamiento y consecuencias diferenciadas que tuvo el sismo del 19 de septiembre en Ciudad de México, dados los diferentes tipos de suelo, algunos de ellos blandos, que corresponden a la zona hasta donde abarcaba el antiguo lago de Texcoco, y los terrenos ‘‘duros’’, que son la parte de los márgenes y más allá de las orillas.
En tanto, Shri Krishna Sing, del Instituto de Geofísica de la UNAM, explicó que al contar con registros sísmicos con apenas un centenar de años es sumamente complicado determinar su comportamiento.