La tecnología biométrica permite a los bancos proteger tus datos para que no caigan en las manos equivocadas.
elfinanciero.com.mx
En la era digital, el avance tecnológico ha revolucionado la manera en que llevamos a cabo nuestras actividades diarias, incluyendo las transacciones financieras. Sin embargo, este progreso también ha dado lugar a nuevos desafíos en términos de seguridad y protección de la información personal.
Los fraudes financieros en línea, como el robo de identidad, se han vuelto una preocupación creciente para los usuarios y las instituciones financieras por igual. De acuerdo con el Banco de México (Banxico), nuestro país ocupa el octavo lugar a nivel mundial en robo de identidad y el segundo en América Latina.
Es en este contexto que surge la necesidad de implementar medidas de seguridad más sofisticadas, como el uso de datos biométricos, para garantizar la autenticación segura de los usuarios, protegiendo sus cuentas y datos financieros de posibles ataques cibernéticos.
¿Qué son los datos biométricos y para qué sirven?
La biometría se refiere al uso de características biológicas únicas con fines de autenticación digital y control de acceso. Al ser únicos, los datos biométricos no se pueden falsificar, robar, ni violar, por lo que son más confiables y seguros.
De acuerdo con Avast, la tecnología biométrica es difícil de hackear debido a su extrema complejidad y a la aleatoriedad de las características personales que son registradas. Funciona más rápido que teclear una contraseña, buscar una llave o introducir un PIN y es mucho más práctica, ya que solo necesitas colocar tu cara o tus huellas para autentificar tu identidad.
¿Cuáles son los datos biométricos que utilizan los bancos?
La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) puso en marcha desde 2020, un programa para extender y reforzar los procedimientos y mecanismos de identificación biométrica que usan los bancos para identificar a los usuarios que contratan algún tipo de producto o servicio.
De acuerdo con la Condusef, esta medida tuvo por objetivo minimizar los riesgos de suplantación de identidad tanto por fraude como por errores administrativos.
Uno de los datos biométricos más requeridos por los bancos son las huellas dactilares. Este método de autenticación utiliza las características únicas presentes en las yemas de tus dedos para verificar tu identidad. Los bancos las piden para realizar algún trámite y las comparan con las almacenadas en el Instituto Nacional Electoral (INE).
Otro es el reconocimiento facial. Este método aprovecha aspectos como la disposición de tus ojos, nariz, boca y otras características faciales para comprobar la veracidad de tu identidad.
La huella de voz es otro de los más usuales. Seguramente te han pedido que hables mientras realizas alguna operación bancaria por teléfono. De acuerdo con la Condusef, los bancos hacen el registro de voz para verificar que la frecuencia, velocidad y acento coinciden.
¿Qué tan seguros son los datos biométricos?
A pesar de los altos niveles de seguridad que proporciona la tecnología biométrica, no es infalible. Por ello, las empresas se han visto obligadas a implementar medidas adicionales para evitar el robo de datos.
En el caso de las instituciones financieras, tienen la obligación de integrar un expediente electrónico con información necesaria para verificar la identidad de sus usuarios, señala BHR México.
Además, se debe tomar en cuenta que la información biométrica se encuentra protegida en México por la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares y la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados.