La birria, platillo emblemático de Jalisco, es una muestra de la rica gastronomía mexicana que destaca no solo por su sabor sino también por sus implicaciones nutricionales
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La birria, platillo emblemático de Jalisco, si estás pensando en que es una buena opción para consumir de manera cotidiana, esto te interesará, es una muestra de la rica gastronomía mexicana que destaca no solo por su sabor sino también por sus implicaciones nutricionales. Preparada tradicionalmente con carne de chivo o borrego, la receta se ha diversificado permitiendo la incorporación de distintos tipos de carnes como res, cerdo, y pollo, e incluso pescado.
Diversas fuentes afirman que los valores nutricionales de la birria varían; un plato contiene aproximadamente 276 calorías divididas en un 26% de carbohidratos, 42% de grasas y 44% de proteínas, mientras que un taco de este guiso concentra 261 calorías.
Aunque rica en proteínas y hierro, la moderación es clave al consumir birria, particularmente cuando se trata de versiones con carne roja. Según el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS), la ingesta diaria de calorías no debe exceder las 2,500 para hombres y 2,000 para mujeres, cifras que se podrían superar con facilidad al consumir varios tacos de birria, algo a considerar por quienes vigilan su ingesta calórica.
Además, estudios indican que el consumo excesivo de carne roja se asocia con un incremento en el riesgo de padecer obesidad, hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares, siendo catalogado como probablemente cancerígeno, particularmente con relación al cáncer de colon.
La elección del tipo de carne para preparar la birria puede influir en su valor nutricional. Formas más magras como el borrego y el chivo contienen menos grasas saturadas y aportan nutrientes esenciales para mantener niveles saludables de colesterol en el organismo.
Por su parte, la res es fuente importante de vitaminas, minerales, hierro y zinc. La técnica de cocción también importa; el Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana señala que las técnicas más saludables evitan el uso de aceite y altas temperaturas que pueden generar compuestos dañinos, optando en su lugar por métodos que preservan los jugos naturales de la carne como la cocción al vapor, en olla de presión o al horno.
Healthline, referente en temas de salud y bienestar, resalta que la cocción lenta es típica en la preparación de la birria y de carnes como el chivo. Este método no solo mejora el sabor sino que además es considerado más saludable al no añadir grasas adicionales al platillo.
La birria puede ser parte de una dieta equilibrada si se consume con moderación y se presta atención a la selección de carne y métodos de cocción.