*El saldo preliminar de la tormenta tropical Harvey se elevó a cinco muertos, mientras las autoridades anticipan que…
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Houston. El saldo preliminar de la tormenta tropical Harvey se elevó a cinco muertos, mientras las autoridades anticipan que la situación provocada por las inundaciones en esta ciudad de seis millones de habitantes será una de las peores en el estado.
Cientos de rescates se han realizado en Houston y muchos más se esperan este domingo, mientras los socorristas se enfrentan a un severo clima y fuertes chubascos que complican llegar hasta donde se encuentran las personas más afectadas, un día después de que el temido fenómeno, que tocó tierra como huracán, golpeara la franja costera de Texas.
Se reportaron lesiones menores en 14 personas. El gobernador de la entidad, Greg Abbot, dijo que los daños materiales provocados por el meteoro a su arribo a las costas del estado el pasado viernes, son incalculables por ahora, y calificó la situación como “mala y está creciendo para lo peor”.
“En términos de dólares, (los daños) son grandes y serán mayores, será de miles de millones de dólares, pero realmente no lo podremos decir (con precisión) en los próximos días hasta que se haga una mejor valoración”, señaló en entrevista con el programa Fox News Sunday.
Abbot calificó la situación provocada por las inundaciones en Houston como “dramática”, mientras continúan las tareas de búsqueda y rescate en comunidades como Galveston y Rockport, dos de las más afectadas por la destrucción provocada por Harvey, que tocó las costas texanas como un huracán de categoría cuatro.
En toda la región entre Corpus Christi y Houston -donde las labores de rescate se aceleraron a medida que crecían las aguas a niveles peligrosos-, mucha gente teme que el recuento de víctimas apenas comienza. Las autoridades desconocen el alcance total de los daños porque las condiciones climatológicas impiden a los servicios de emergencia llegar a los lugares más afectados.
Además, se teme que la destrucción aumente porque la tormenta podría seguir varios días sobre la zona y descargar más de un metro de lluvia sobre varias ciudades, incluida Houston, la cuarta más grande del país y peligrosamente propensa a las inundaciones.
Autoridades del Condado de Aransas confirmaron el sábado la muerte de una persona en la comunidad de Fulton, al norte de Corpus Christi, en tanto que otras cuatro fallecieron en Houston como consecuencias de las inundaciones, de acuerdo con varios reportes.
Entre las víctimas reportadas hasta ahora en esta ciudad de seis millones de habitantes se cuentan una mujer y un niño que perdieron la vida cuando el vehículo en que viajaban quedó cubierto por el agua, al igual que una mujer que murió en circunstancias similares en otro incidente.
Las autoridades de Port Aransas no podían evaluar bien su estado debido a daños “masivos”. La policía y socorristas con maquinaria pesada acababan de llegar a la calle ubicada más al norte.
“Puedo decirles que tengo un presentimiento muy malo, punto”, dijo el alcalde Charles Bujan, que había exigido una evacuación obligatoria pero desconocía cuántos habían acatado la orden.
Algunos de los peores daños parecían estar en Rockport, una ciudad costera de unos 10 mil habitantes que se encontraba directamente en la ruta de la tormenta.
El alcalde Charles C.J. Wax dijo que su comunidad recibió un golpe “justo en la nariz” que dejó “una devastación generalizada”, con daños importantes en casas, negocios y escuelas. Algunas estructuras quedaron destruidas.
Las calles de Rockport estaban salpicadas de postes de electricidad derribados. Un camión con remolque bloqueaba gran parte de un cruce de caminos importante. La madera de casas desbaratadas yacía desperdigada por la carretera 35 en el extremo sur de la localidad.
Los vendavales de Harvey arrancaron los laterales de metal del gimnasio de la escuela secundaria local y retorció el marco de acero de la puerta de su auditorio.
“Aún estamos en la etapa muy primaria de arrancar esta recuperación”, dijo Larry Sinclair, portavoz del condado Aransas.
Hasta 14 personas sufrieron lesiones menores en su condado, indicó Mills en resbalones y caídas, abarcando desde rozaduras a una pierna fracturada.
Unos 300 mil clientes se quedaron sin energía eléctrica en todo el estado. El gobernador, Greg Abbott, dijo que probablemente harían falta varios días para reanudar el servicio.
Mientras tanto, la tormenta prácticamente dejó de avanzar. Las precipitaciones acumuladas variaban en función de la región. Corpus Christi y Galveston registraron 8 centímetros de agua, Houston 18 centímetros y Aransas 25 centímetros. Austwell recibió 38 centímetros.
En Houston, las autoridades pidieron a la gente que no saliera de casa y se declaró una emergencia por inundaciones.
“Las calles son traicioneras”, dijo el alcalde Sylvester Turner.
En las primeras operaciones al paso de la tormenta, la Guardia Costera rescató a 20 personas de embarcaciones en problemas. Indicó el capitán Tony Hahn, comandante del sector de Corpus Christi.
El puerto de Corpus Christi quedó cerrado con daños importantes. La ciudad es el tercer puerto petroquímico más grande del país, de modo que las autoridades vigilarán si se producen derrames, señaló Hahn.
El meteoro más potente en golpear a Estados Unidos en más de una década tocó tierra el viernes por la noche a unos 48 kilómetros al noreste de Corpus Christi como un gigantesco huracán de categoría 4, con vientos de 209 kilómetros por hora.
Para el mediodía del sábado Harvey se había debilitado a tormenta tropical. A las 4:00 horas del domingo, seguía causando “inundaciones catastróficas en el sureste de Texas”. Sus vientos sostenidos máximos eran de 72 kilómetros por hora y prácticamente no se desplazaba, descargando lluvias torrenciales en una zona que incluía a Houston, informó el Centro Nacional de Huracanes.
El huracán planteó la primera prueba importante en gestión de emergencias para el gobierno de Donald Trump.
El presidente se reunió con su gabinete y otros altos cargos para abordar la respuesta federal a los daños y las inundaciones, indicó el sábado la Casa Blanca en un comunicado.
Trump ofreció una conferencia por video desde Camp David en la que dio instrucciones a departamentos y agencias de “seguir completamente involucrados y posicionados para apoyar su prioridad número uno de salvar vidas”.
Trump, que firmó el viernes una declaración federal de zona de desastre para los condados de la costa, también recordó a los responsables de departamentos que el efecto total de la tormenta no sería visible en varios días. En Twitter felicitó al responsable de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias por su manejo del desastre.
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