“Se pierde la voluntad y se siente una pesadez”, así afecta el burnout la vida de los trabajadores
Redacción
La enfermera Marcela Gómez compartió cómo fue su duro proceso con esta enfermedad que te “quita” la energía
heraldodemexico.com.mx
“El cuerpo no conecta con el pensamiento, con los sentimientos, como que están separados y el cuerpo no funciona por sí solo. Entonces uno pierde la voluntad de manejar el cuerpo, de dirigirlo, de descansar y se siente una pesadez muy grande; el cuerpo no responde, la batería, se acaba muy pronto y no te rinde. No alcanzas a descansar”, explica Marcela Gómez, una enfermera que desde que inició la pandemia comenzó a presentar síntomas del burnout, pero que no recibió un diagnóstico hasta mediados de 2022.
Aunque para Marcela el burnout se puede explicar desde el agotamiento, existen muchos factores que se deben de tomar en cuenta sobre esta enfermedad que está estrechamente relacionada con el estrés laboral, una problemática de la que un estudio de la Asociación de Internet MX y OCCMundial estima que hasta el 63 por ciento de los trabajadores lo padecen. La mayoría de ellos relacionan su malestar con el trabajo en general e incluso a la pandemia, misma que afectó principalmente al sector salud de nuestro país, como es el caso de la enfermera que conversó con El Heraldo Digital.
“Llegué a sentir que mi cuerpo no me respondía”, así es vivir con burnout
A pesar de las elevadas cifras de burnout, una enfermedad oficialmente reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en pleno 2023 sigue siendo un tema del que poco se habla incluso dentro del sector salud, pues según recuerda la mujer de 47 años, hasta la fecha le es difícil hablar abiertamente sobre su diagnóstico y cuando lo hace la respuesta más común es que “eso no existe”.
“No mucha gente la entiende. Es algo que no sé si aquí en México sea nuevo o que a raíz de la pandemia se pensó a notar más, pero la gente a la que luego les he platicado dicen no que eso no existe o incluso compañeras mías, enfermeras, dicen que no existe o dicen que ellas se han sentido igual pero es depresión, es ansiedad, entonces yo creo que falta más difusión y falta mas difusión del trastorno porque es algo que la gente no cree que suceda”.
Y es que desde su perspectiva, este desgaste físico y emocional ante el estrés laboral -mismo que también puede detonar problemas en la piel- inició desde el 2020 cuando ella y muchos otros miembros del sector salud se enfrentaban a la pandemia, pero no fue sino hasta un año después cuando la situación empeoró: “Por ahí julio o agosto ya empezaba sentir que necesitaba dejar de trabajar. Empecé a sentir como esta necesidad de irme de venirme a la casa, empecé a sentir claramente el agotamiento“.
Sin embargo, agrega que nunca se le pasó por la mente que sus malestares se relacionaran con el estrés o con algo relacionado a su trabajo, sino que más bien podía ser algo físico como otra afección. Ante ello se empezó a hacer presente la exigencia consigo misma tanto para continuar trabajando como para extremar medidas y no contagiarse de Covid-19 y poner en riesgo a su familia y fue entonces que iniciaron los malestares más significativos.
“Fue una sensación muy desagradable el llegar a sentir que mi cuerpo no me respondía, que mi pila no se cargaba o que la poca energía que yo podía tener el sábado y domingo, el lunes se terminaba. Del trabajo venía para la casa y estaba toda la tarde aquí, dormía temprano y no tenía otras actividades. Sábado y domingo no salía porque necesitaba descansar para poder recuperarme y estar bien toda la semana, pero no lo lograba. Era algo muy desagradable que mi cuerpo no respondía como que mi mente me decía ‘pues no es tan extenuante físicamente el trabajo’ o ‘si no estás teniendo trayectos pensados por qué te cansas tanto’, era como una exigencia que yo tenía para con mi cuerpo“.
Y después de pedir ayuda con un psicóloga, Marcela finalmente recibió el diagnóstico que tanto temía: tenía el síndrome del burnout. Pero el panorama no cambió, pues era sólo el inicio de aprender a manejar cada uno de los malestares, de enfrentarse a una licencia de trabajo de tres meses sin goce de sueldo para tartar de recuperar ese bienestar que también terminó por afectar su vida privada. Según confesó, pasaba sus días en cama, durmiendo y sin salir de casa para tratar de recuperar un poco de energía o pila, como ella la llama, para continuar trabajando.
De acuerdo con la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, el agotamiento físico y mental no es el único que se hace presente, ya que otros síntomas comunes del burnout son el dolor muscular, confusión, falta de memoria, fiebre leve, irritabilidad, falta de concentración o insomnio. Además que los casos más frecuentes ocurren en mujeres de 30 a 50 años.
Técnicas de relajación, las herramientas indispensables cuando el burnout llega
Para Marcela es fundamental que quienes se sienten de esta forma por su trabajo busquen ayuda profesional, ya sea por parte de un médico o de un psicólogo, quienes al igual que a ella les pueden ayudar a encontrar diversas herramientas con las cuales enfrentar todos los síntomas de la enfermedad, para la que no hay cura, pero sí tratamientos para combatir los síntomas. Entre ellos resalta:
Ejercicios de respiración
Ejercicios de relajación
Aprender a manejar el insomnio
Por su parte la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud también señala que “una alimentación saludable y la administración de ciertos medicamentos” también pueden ser herramientas que ayudarán a mejorar cada sintomatología. Por supuesto, también es importante que los pacientes disminuyan su carga laboral, realicen actividades de esparcimiento con familiares y amigos, o bien, que promuevan la actividad física.
Ante este panorama y después de la pandemia, en la que no sólo se detectaron casos de burnout, sino también otros relacionados a la salud mental como la ansiedad o depresión no sorprende ver que tanto en los trabajos como en otros espacios de recreación se promuevan lugares seguros en los que técnicas de relajación como las anteriores les puedan ser de utilidad tanto a pacientes con dichas afecciones, como a personas que buscan promover su salud mental y espiritual.
Un ejemplo en la Ciudad de México es el modelo Intra Spa sobre el que Alberto Cortina, director de Grupo Vitalí, señala que ante las importantes cifras de estrés, ansiedad, depresión o casos del burnout resulta fundamental contar con espacios en los que además de promover las técnicas clásicas de belleza relacionadas al spa también se puedan encontrar apuestas como la respiración consciente, la meditación, el yoga y la consciencia corporal.
De esta forma resulta posible fomentar el bienestar en general viendo el mindfulness desde la salud y la enfermedad, la cultura fitness y del cuerpo, combinada con los aspectos emocionales.
“Nuestra propuesta es desarrollar conceptos que puedan ayudar a la gente, a que hagamos una pausa, a que nos frenemos, a que revisemos otra vez qué es lo que nos gusta, qué nos interesa, que nos hace felices y qué es nuestro”, detalló a El Heraldo Digital.