SEAPAL Vallarta rinde homenaje a dos colaboradoras en Día de Muertos

Este homenaje busca recordar su dedicación y legado en el organismo y preservar la tradición del Día de Muertos.

La conmemoración por el Día de Muertos, ha sido el momento perfecto para recordar con cariño y gratitud a dos mujeres excepcionales que laboraron en SEAPAL Vallarta, Herlinda Alba Flores y Ana Lilia Yerena Flores, a través de altares confeccionados por manos de personal del organismo.

El olor a incienso, las flores, comida y fotografías de los fieles difuntos que engalanan los altares instalados en las oficinas centrales y de El Pitillal, evocaron momentos alegres de quienes ya se fueron físicamente, pero aún permanecen en los corazones de la Familia SEAPAL, además que fortalece el vínculo con nuestras raíces a través de la preservación de las tradiciones.

Ana Lilia, desde muy joven, comenzó a trabajar en SEAPAL Vallarta, cuya principal característica fue la dedicación y alegría que imprimió durante 33 años en la institución, ganándose el respeto y cariño de sus compañeros.

A la vez, su familia conformada por sus hijos Ramsés, Isaac y Lilany y su esposo Gonzalo fue su mayor tesoro, además tuvo la dicha y alegría de disfrutar de momentos entrañables con dos nietos, así lo muestra el tributo que se le rinde en el área de cajas de las oficinas centrales ubicadas en la colonia Lázaro Cárdenas.

Por su parte, Herlinda Alba o “La Chatita” como le llamaban sus compañeros, tiene su altar dedicado en las oficinas de El Pitillal; fue una mujer fuerte que siempre derrochó felicidad y entrega a sus labores por alrededor de 35 años.

Eso la hizo dejar un legado de amabilidad, tenacidad y bondad en la Familia SEAPAL y que siempre fue apoyada y arropada por su compañero de vida Rubén Sandoval Rubio y por su hija Marisol.

Hoy, en el Día de Muertos, celebramos sus vidas, su amor y dedicación por el trabajo y la familia.

                                                         
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