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En los últimos seis años, pese a la cooperación de las autoridades binacionales, no ha sido posible identificar a los compradores originales de dos tercios de las armas de presumible origen estadunidense contrabandeadas a México y confiscadas a las bandas del crimen organizado.
Informes de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego (ATF, por sus siglas en inglés) indican que México es el país que más solicitudes hace a Estados Unidos para que rastree a través del sistema eTrace el origen de armas de fuego empleadas en actos criminales.
Entre 2017 y 2021, 75 países hicieron 165 mil 874 solicitudes de rastreo a eTrace, de las que 97 mil 791, es decir 59 por ciento, fueron de México. Del total de las peticiones mexicanas, sólo en 33 mil 88 el origen de las armas pudo ser rastreado hasta quien las adquirió en Estados Unidos, según un reciente estudio de la ATF.
Datos de la embajada de Estados Unidos señalan que en la primera mitad del año fiscal 2023, las autoridades mexicanas, a raíz de los decomisos que realizaron, solicitaron casi 12 mil rastreos de armas y en más de un tercio de los casos se ubicó al comprador.
El viernes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció que su país envía armas de fuego peligrosas hacia México y admitió que el presidente Andrés Manuel López Obrador le ha solicitado detener esta crisis.
A la vez, autoridades de la ATF y otras instancias encargadas de atacar el contrabando de armamento al sur de la frontera estadunidense manifestaron que se requiere hacer más para detener el contrabando de pistolas, fusiles y otros pertrechos que llegan a manos de los cárteles mexicanos.
El sistema eTrace es la principal herramienta de investigación del Centro Nacional de Rastreo (NTC, por sus siglas en inglés) de la ATF y es esencial para identificar a los responsables del contrabando, pues se trata del único recurso que tienen las autoridades para ubicar el origen de las armas que ingresan de manera ilícita a México, en particular las que llegan desde Estados Unidos, mismas que el gobierno mexicano estima que son unas 200 mil al año.
Como parte de la colaboración en materia de seguridad entre México y Estados Unidos, reforzada a partir del Entendimiento Bicentenario, las autoridades estadunidenses brindan acceso a las mexicanas al sistema eTrace, que hasta ahora está disponible para la Fiscalía General de la República y sus equivalentes en 18 estados. Además han capacitado a más de 4 mil funcionarios mexicanos en el uso de la herramienta y en otros temas relacionados con el combate al tráfico de armas.
De acuerdo con la ATF, en 73 por ciento de las solicitudes de rastreo que recibieron de México y otros países no lograron identificar al comprador del arma de fuego. Los motivos más frecuentes por los que no se identificó al comprador fueron que el arma de fuego se fabricó fuera de Estados Unidos y no se importó en el país, que la información sobre el armamento provista por los países peticionarios fue incompleta o inválida, o que el arma de fuego se exportó legalmente desde Estados Unidos y fue vendida por distribuidores extranjeros.