Al menos 60 migrantes centroamericanos que esperaban resolución en México fueron autorizados a quedarse en EU, luego de que un juez emitiera un fallo para detener la política del gobierno de Trump.
Al menos 60 solicitantes de asilo centroamericanos que esperaban en México que se analicen sus casos fueron autorizados a permanecer en Estados Unidos desde el fallo de un juez el lunes de detener la política del gobierno del presidente Donald Trump de enviarlos nuevamente a la frontera.
Las admisiones se produjeron a pesar de que el fallo entrará en vigor el viernes y a que no se aplica claramente a los cientos de personas que fueron regresadas a México.
La cantidad de casos y el resultado fueron confirmados por un abogado y un reportero de Reuters que asistió a los procedimientos judiciales en San Diego esta semana.
El Gobierno de Trump dijo que apelará la decisión, y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés) no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre si hubo un cambio en la política.
Pero la postura del DHS en los casos en una corte de San Diego muestra que el gobierno está permitiendo que algunos migrantes que vienen de México se queden en Estados Unidos a medida que sus casos son considerados.
Una fuente del Instituto Nacional de Inmigración de México dijo este jueves que alrededor de mil 400 personas han sido devueltas a ese país bajo la política de Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por su sigla en inglés) desde enero, la mayoría de ellas a la ciudad fronteriza de Tijuana.
La política se intensificó en los días previos al fallo, según muestran las estadísticas del Gobierno mexicano.
Entre las personas autorizadas para continuar con sus casos en Estados Unidos se encuentra Gabriela Orellana, una salvadoreña de 26 años, y sus dos hijos. “Estoy aquí, gracias a Dios, en un refugio en San Diego”, dijo en una entrevista telefónica este jueves.
El Gobierno de Trump ha argumentado que los solicitantes de asilo que son liberados en territorio estadounidense a menudo no se presentan a sus audiencias, algo que no concuerda con las estadísticas federales que muestran que la mayoría sí lo hace.
Carmen Rivera, quien dijo que estaba huyendo de las pandillas en El Salvador, había perdido la esperanza de recibir asilo en Estados Unidos después de que la enviaron de regreso a México.
En diálogo con Reuters, sostuvo que hace unas semanas decidió no asistir a su audiencia en la corte en San Diego. Sin embargo, después del fallo de esta semana, cambió de opinión.
“Me emociona saber que tenemos esa oportunidad porque regresar a México, a Tijuana, es muy peligroso”, dijo desde un refugio cerca de la valla fronteriza de México, donde muchos migrantes viven en tiendas de campaña. “Gracias a Dios esto cambió”.