Mantener una buena alimentación y disfrutar de una cena de Navidad rica y tradicional es posible, solo tienes que echar mano de estos ingredientes
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La cena de Navidad es una de las tradiciones más arraigadas en todo el mundo, y aunque existen platos que destacan por su alto contenido calórico, algunas proteínas te garantizan buenos niveles de nutrientes sin sacrificar sabor.
Lo mejor de todo es que algunas de estas opciones son muy tradicionales. Piezas magras de pavo como la pechuga o las piernas, el lomo de cerdo o el bacalao, son protagonistas indiscutibles de las cenas que, además, también son nutritivas. Conoce, a continuación, en qué consiste su aporte al organismo.
Estas proteínas también destacan por su versatilidad, pues lucen bien lo mismo en platos caldosos que en preparaciones que llevan moles, guarniciones, además de ser deliciosos también asados.
Descubre cuál es la aportación nutrimental de estas tres proteínas de origen animal que te permitirán conservar la tradición de la cena de Navidad sin romper la dieta.
Bacalao: salud a la noruega
Fuente de ácidos grasos saludables, como el Omega-3, además de vitamina D y yodo, el consumo de bacalao ha estado relacionado con la buena salud cardiovascular, el desarrollo cognitivo y el fortalecimiento de los huesos y el sistema inmunitario.
De acuerdo con un estudio del Instituto Karolinska, en Solna, Suecia, este pescado es uno de los que tiene una mayor concentración de proteínas digeribles, además de destacar por sus cualidades antiinflamatorias.
Pavo: una tradición saludable
Hablando de nutrición, el pavo es el rey de las aves. Se trata de una de las proteínas de más fácil digestión, por lo que es ideal tanto para niños como adultos mayores, además de tener importantes cantidades de vitaminas del complejo B.
Las piezas magras, como la pechuga o las piernas, contienen un bajo contenido graso y altas cantidades de minerales, tales como hierro y zinc, además de ayudar a controlar la ingesta de alimentos, al producir sensación de saciedad.
Cerdo: la alternativa sana
Favorito de muchos, el lomo de cerdo es una de las alternativas más sanas para la cena de Navidad. Este corte posee menos de un 30 por ciento de grasa, además de un importante aporte de proteínas biodisponibles.
Adicionalmente, cuenta con minerales como selenio, zinc y hierro, los cuales promueven el correcto funcionamiento del sistema nervioso y digestivo, además de promover la salud cardiovascular.
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