*Entre crecientes tensiones bélicas en Medio Oriente, la militarización de la frontera con México, la llegada de un halcón a…
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Nueva York.
Entre crecientes tensiones bélicas en Medio Oriente, la militarización de la frontera con México, la llegada de un halcón a la Casa Blanca que favorece las bombas sobre la diplomacia y el deterioro generalizado de relaciones con varios países, la mayor amenaza al orden mundial en medio siglo es Donald Trump, advierten expertos y veteranos políticos aquí.
Trump anunció este lunes que responderá al ataque con gases químicos en Siria en las próximas 48 horas; todos pagarán, dijo, mientras Israel, su aliado, fue acusado de lanzar un ataque contra Siria en el que perecieron militares iraníes.
Al mismo tiempo, ayer llegó John Bolton a su primer día de trabajo como nuevo asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, lo que generó preocupación entre legisladores y funcionarios de ambos partidos por su fama de súperhalcón, porque se supone alentará las tendencias más peligrosas del comandante en jefe.
Bolton, quien será el tercer asesor de Seguridad Nacional de Trump en sus 14 meses de gobierno, fue una figura tan controvertida que hasta los republicanos aliados del entonces presidente George W. Bush rehusaron ratificarlo cuando fue postulado como embajador ante la Organización de las Naciones Unidas. Su puesto actual no está sujeto a la ratificación del Senado.
Hace sólo unos meses Bolton escribió un artículo proponiendo un ataque preventivo contra Corea del Norte, no ha ocultado su deseo de anular el acuerdo nuclear con Irán, siempre ha sido hostil a casi todos los pactos y normas internacionales, incluida la Corte Penal Internacional, y es reconocido por su abierto desprecio del mundo musulmán y de los palestinos.
Muchos recuerdan que Bolton –promovido por el entonces vicepresidente Dick Cheney– fue pieza clave en manipular la información de inteligencia para justificar la guerra contra Irak en 2003; también manipuló un informe –comprobado después como falso– sobre armas biológicas en Cuba.
“Esto será lo más aterrador que nos haya sucedido en 50 años. Bolton es muchas cosas; ninguna de ellas buena. Es un administrador absolutamente brutal, trata a la gente como mugre (…) también posee algunas perspectivas repugnantes”, comentó al New York Times el coronel retirado Lawrence Wilkerson, ex jefe de asesores de Colin Powell cuando fue secretario de Estado en el gobierno de Bush.
Por todo esto crece el temor de que con Bolton a su lado, Trump ahora sí abordará las múltiples crisis que lo rodean con más agresión e incluso fuerza militar y menos diplomacia (vale señalar que el halcón Bolton, un ultra conservador militarista, evitó desde joven ser enviado a la guerra de Vietnam, igual que su ahora comandante en jefe).
En estos días, un grupo diverso de expertos, analistas y ex altos funcionarios que suelen no compartir opiniones han expresado el consenso de que Trump es el factor más peligroso en el mundo en esta coyuntura.
La ex canciller demócrata Madeleine Albright escribió en un artículo en el New York Times que “el fascismo –y las tendencias que llevan a él– representan una amenaza más seria ahora que en cualquier momento desde finales de la Segunda Guerra Mundial”, y acusó que Trump ha debilitado la cooperación internacional “fortalecido las manos de dictadores (…) y abdicado del liderazgo moral de America”, todo lo cual podría contribuir al resurgimiento del fascismo. Subraya que es igualmente alarmante la posibilidad de que Trump impulse eventos que ni él ni otros podrán controlar.
Robert Haas, presidente del Consejo de Relaciones Exteriores –entre las instituciones más influyentes en política exterior– consideró que Trump ahora está listo para librar una guerra en tres frentes: el primero en materia política contra (el fiscal especial) Robert Mueller; el segundo de tipo económico, contra China y otros sectores del comercio, y el tercero contra Irán y/o Corea del Norte. Este es el momento más peligroso en la historia moderna de Estados Unidos, y ha sido generado en gran parte por nosotros, no por eventos (externos).
Max Boot, reconocido analista conservador, escribió en el Washington Post que el mensaje histérico, cobarde, inhumano y descabellado, en partes iguales, de Trump sobre la caravana de inmigrantes centroamericanos en México es sólo una muestra más de cómo el presidente ignora las amenazas reales prefiriendo manufacturar crisis inexistentes que le permiten jugar sobre los prejuicios populares para consolidar su propio poder.
Desde hace meses existe la preocupación en Washington de que Trump podría provocar una crisis bélica, en parte para desviar la atención de sus problemas políticos y personales internos, sobre todo si la investigación sobre la injerencia rusa en la elecciones empieza a amenazarlo directamente.
En torno a ese caso, esta mañana agentes federales de la FBI allanaron las oficinas, la casa y la habitación de hotel del abogado personal de Trump, Michael Cohen, en Nueva York, donde incautaron computadoras, documentos y comunicaciones privadas sobre varios asuntos aparentemente relacionados con la investigación del fiscal especial Mueller en torno a la posible interferencia rusa y la presunta colusión con la campaña de Trump en las elecciones de 2016. Pero Cohen también está en medio del escándalo sobre la actriz porno Stormy Daniels, ya que él fue quien le pagó 130 mil dólares a cambio de su silencio sobre lo que ella dice fue un affaire con Trump.
Anoche el jefe de la Casa Blanca denunció la acción y calificó el cateo de vergonzoso, injusto y parte de una cacería de brujas en su contra, y un ataque a nuestro país en un sentido verdadero. Criticó de nuevo al procurador general Jeff Sessions, al Departamento de Justicia, y a la FBI e infirió que estaría considerando despedir a Mueller. Veremos qué podría pasar, dijo antes de iniciar una sesión con altos mandos militares para evaluar respuestas a Siria.
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