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Quito. El presidente de Ecuador mantiene un conflicto en su propio gobierno sin solución y que se agudiza con una querella política. Desde que inició su gestión, el 23 de noviembre pasado, Daniel Noboa ubicó a su binomio, Verónica Abad, en un cuasi destierro, al enviarla a Israel, como embajadora especial para la paz y ahora en Turquía tras los riesgos de ataques en Tel Aviv.
Las fuentes consultadas señalan que los dos mandatarios ecuatorianos no se hablan desde septiembre último, tras acusaciones de mal manejo de dinero en la campaña electoral del año pasado, supuestamente por parte de la entonces candidata a la Vicepresidencia. Y eso se ahonda con voceros que no cesan en sus “dardos” mucho más incisivos.
Lo último: Abad acusó a Noboa de violencia política de género ante el Tribunal Contencioso Electoral (TCE). La demanda incluye a la canciller Gabriela Gabriela Sommerfeld, al viceministro de de la Política, Esteban Torres; y a la asesora presidencial Diana Jácome (quien fue candidata a la Vicepresidencia con uno de los rivales de Noboa, Jan Topic).
La queja se presentó el 8 de agosto último, se hizo pública este lunes y ahí Abad argumenta que desde la designación como “embajadora de la paz” se inició un hostigamiento con declaraciones para obligarle a renunciar al cargo, sobre todo antes de que Noboa se postule a la reelección y ella, por mandato Constitucional, lo tenga que reemplazar. Esto, según el viceministro Torres, “sería nefasto para el país”.
¿Qué consecuencias traería esta demanda? Abad aspira a que los demandados sean destituidos del cargo, suspendidos sus derechos de participación por cuatro años y una multa económica de 32.000 dólares. Por tanto, Noboa no podría reelegirse en 2025. Sin embargo, en el TCE no hay condiciones ni garantías, pues los conflictos internos de esa instancia advierten de un bloqueo o del archivo de la denuncia.
Las autoridades del gobierno ecuatoriano temen que si la Vicepresidenta asume el cargo derogaría medidas como el incremento del IVA al 15%, vigente desde el 1 de abril pasado, los acuerdos con el FMI, además de cambios en el mismo gabinete.
Lo paradójico es que siendo la segunda autoridad del país, debe pedir persimo a la canciller hasta para visitar a su hijo, hace unos meses atrás encarcelado por supuestos actos de corrupción. Sommerfeld, en una entrevista en mayo pasado, dijo que Abad actuaba en contra de Ecuador en vez de cumplir con las funciones ordenadas por Noboa.
Además, Abad explica que hay toda una estrategia para dañar su imagen y la de su familia, con cuestionamientos sobre su maternidad. También señala a Diana Jácome, asesora presidencial, pues ha dicho en varias ocasiones que Abad es “una enemiga (de Noboa) respaldada por grupos políticos que quieren atacar al Gobierno”. Jácome insinua que la Vicepresidenta es afín al movimiento Revolución Ciudadana del ex presidente Rafael Correa, lo cual se cae por su propio peso si se revisan sus declaraciones en la última campaña electoral y cuando Abad fue candidata a la alcaldía de Cuenca, en febrero de 2023.